El pueblo trabajador vasco no debe deducirse de su declaración de la Renta una parte de lo que paga por su hipoteca. Así lo defiende el plan de Pello Otxandiano para ser lehendakari y así lo sostiene su partido, EH Bildu, sin explicar por qué la medida de la que se han beneficiado hasta la fecha sus propios cargos y votantes ya no es oportuna para los cerca de 330.000 vascos y vascas que tienen suscrita una hipoteca.

Como idea para facilitar el acceso al derecho subjetivo a la vivienda requiere alguna explicación más. La deducción por vivienda habitual ha permitido hasta la fecha a centenares de miles de ciudadanos de este país reducir el pago en su declaración de IRPF, recuperando por esa vía una parte del esfuerzo al que la adquisición de un hogar obliga a todo bicho viviente en el mundo real. Ni siquiera la ley española de vivienda, que apoya con insistencia EH Bildu desmarcándose de todos los partidos soberanistas –catalanes, vascos y gallegos– que alertan de su invasión al autogobierno, contiene medidas que supriman la imperiosa necesidad de financiar la casa a plazo. El fruto de la acumulación de eslóganes que componen la política de vivienda del delfín de Arnaldo Otegi sería una sociedad arrendataria, que vive de alquiler en edificios promovidos por la administración o en privados cuyos precios quedarían congelados –que no reducidos– en unos importes a los que no llegan los jóvenes. Hay que admitir que es un paso firme en la dirección de ese viejo sueño húmedo de suprimir la propiedad privada y funcionarizar toda actividad laboral.

Yo no creo que el autor de la ocurrencia haya medido el impacto en el bolsillo ciudadano de subirles de facto el impuesto directo sobre la renta a los hipotecados. Más bien que la sucesión de propuestas de gasto de espaldas a la realidad de los recursos disponibles, la variedad de subsidios y la inflamación del sector público hasta el infinito y más allá han llevado a que la vergüenza torera de ingeniero del candidato Otxandiano le ha inducido a pedir recetas que compensen fiscalmente lo insostenible. Lo de recaudar más IRPF a los hipotecados habrá sido cosa de uno que ya ha liquidado la suya o heredó de ama.