Como diría mi bisabuelo vallisoletano, no asamos y ya pringamos. La coordinadora de la menguante sucursal de Podemos en Euskadi dejó ayer claras las normas de la casa de la sidra. Después de admitir, es verdad que sin hacer demasiada sangre, que la fórmula de Sumar para las pasadas elecciones generales fue un error, Pilar Garrido anunció que será la formación morada la que lidere el proceso para presentar las listas a los comicios al Parlamento Vasco, que tendrán lugar, como muy tarde, en junio del año que viene. Y después de decir, también con mucha mano izquierda, que la plataforma de Yolanda Díaz en Euskadi se reduce a Lander Martínez, dejó caer que, primarias mediante, como candidata a lehendakari bien podría repetir Miren Gorrotxategi.

Evidentemente, los planes del mentado Martínez son distintos. En dos o tres entrevistas de las últimas semanas, el actual diputado de Sumar por Bizkaia había manifestado la intención de que las papeletas de la candidatura de la izquierda alternativa llevaran impresas su marca. Si añaden que hay un puñado más de siglas implicadas, empezando por la franquicia de Izquierda Unida en Euskadi, me da que vamos a volver a tener tiras y aflojas en eso que un día llamamos “quinto espacio” y llegó a ser el primero, que yo recuerde, en dos elecciones generales. Nada que pueda sorprendernos teniendo en cuenta los precedentes y, más particularmente, si miramos más allá de Pancorbo y asistimos a las reiteradas embestidas dialécticas de los morados contra la dirección de la coalición en la que formalmente están integrados. Las aguas bajan tan revueltas que no son pocos los militantes que están abogando por no apoyar la investidura de Sánchez en la consulta telemática que termina hoy. No parece que vaya a llegar la sangre al río, pero va a ser digno de estudio el resultado de la votación interna.