“Estaba muerta de miedo y también me lo he pasado genial. He escalado, he hecho trekking, me he tirado en tirolina, en parapente… He pateado la calle, he escuchado a la gente y he aprendido muchísimo. El ejercicio de la política conlleva un nivel de exposición al que no es fácil acostumbrarse pero que se compensa enormemente con el cariño y el ánimo que la gente nos ha dado a lo largo de estos días haciéndonos sentir la importancia del cambio”. Así se expresaba en sus redes sociales Joana Arce, candidata del PP por Gipuzkoa al Congreso de los Diputados y que para muchos ha sido la sorpresa positiva de esta campaña. “La sociedad pide un cambio en la forma de hacer política, nos reclama más consensos y menos encontronazos, se puede hacer política sin insultar, de una manera más sincera, más humilde y más respetuosa con el diferente”.

“Quiero creer que nuestra tierra que tanto ha sufrido en el pasado, es capaz de recomponerse y quiero que mire al futuro como lo mira esta candidatura, con ambición y generosidad”, no se ha cansado de repetir la candidata popular. Joana Arce, ordiziarra de nacimiento e irunesa de adopción, es nueva en política. Hasta ahora, momento en que ha decidido implicarse, vivía las diferentes convocatorias electorales desde la distancia, cuando no desde la indiferencia y el hastío que le producía la trifulca política. Es una apuesta personal de la Presidenta del PP de Gipuzkoa, la también irunesa –como Arantza Quiroga o Borja Sémper– Muriel Larrea, que cuenta con el aval de haber conseguido romper en las pasadas elecciones municipales y forales de mayo con una larga tendencia a la baja y el ostracismo institucional al que el PP se venía enfrentando tras cada cita electoral, obteniendo esta vez de nuevo representación en municipios como Rentería y Lasarte, manteniéndose firme en San Sebastián, doblando resultados en Irun y con la guinda de que el apoyo de sus tres representantes en las Juntas Generales va a resultar decisivo para el Gobierno foral de la jeltzale Eider Mendoza, a quien no bastan solo los votos del PSE. Apoyo que por cierto, a partir de su investidura tendrán que ganarse en el campo y no en los despachos. Siempre he pensado que Gipuzkoa, por sus características, es un poco como el banco de pruebas de la Comunidad Autónoma Vasca, por eso es importante analizar y tener en cuenta lo que aquí pasa. Y lo que aquí pasa no contradice nada de lo que se ha dibujado este 23 de Julio.

El Partido Popular mantiene la tendencia alcista que ya marcaban los últimos comicios del 28 de mayo a todos los niveles: nacional, autonómico y local pero no con la intensidad suficiente como para llevar a Feijóo al palacio de La Moncloa, a pesar de la importante subida en escaños y porque el PSOE ha aguantado el tipo mejor de lo que se esperaba y del resto de fuerzas ninguna ha tenido un incremento o un descalabro significativo de apoyo popular. De ahí que se esté hablando ya de un empate técnico y de la amenaza más que posible de una repetición de las elecciones allá por el mes de enero del próximo año. En todo caso, nosotros tenemos claro el camino a seguir.