El domingo acaba la primera parte de una pintoresca campaña electoral con hitos/boutades que, sin duda, pasarán a la historia de esta incompleta democracia que es el régimen de la transición (aún no completada, valga la redundancia). Una clara agresión al autogobierno (vasco, en este caso) como es la “histórica ley de vivienda” es justificada por Bildu, en boca de Arnaldo Otegi, por ser un “paraguas” para no-sé-qué. Y eso que Otegi representa(ba) la quintaesencia del independentismo (no nos había dicho lo del paraguas). A paraguazos (casi) acabaron en la celebración del 2 de mayo en la Corte cuando un ministro del Reino cuando la presidente de la autonomía (y candidata a una concejalía en Bilbao) presidía un acto cívico-militar dictó un ukase para que el ministro del rey no se encaramase a la tarima presidencial. La cosa se adereza con el último hallazgo de Eneko Andueza: la “voluntad política”. La frase se las trae: “Algunos reclaman permanentemente competencias, pero lo que hace falta es tener voluntad política para solucionar las demandas de la ciudadanía”. Por mucha voluntad política que tenga uno si tienes secuestrados los recursos (que, además, son derechos) para dar respuesta a las demandas de los ciudadanos. El compañero Andueza es incapaz de dar explicaciones aceptables para el pertinaz bloqueo de partes esenciales de la ley orgánica 3/1979 (Estatuto de Autonomía), y la no menor dilación del secretario Sánchez en cumplir los compromisos “cerrados” en materia de transferencias.

Paraguazos y persistencias (aderezadas de confusas “voluntades políticas”) regaron (nunca mejor dicho) la guerra del agua en Andalucía. De pronto, los socialistas “descubrieron” los problemas del agua en Andalucía. Les pasa como con el Estatuto: berrogei urte eta gero hau. En cuatro décadas, el PSOE ha permitido/impulsado en Andalucía una economía basada en el consumo desbocado de agua (que es la consume el turismo masivo/masificado y la conversión de miles de hectáreas de secano en regadíos sobreexplotando (y agotando) los acuíferos subterráneos). Los actuales gobernantes en Andalucía no hacen más que seguir la estela marcada por los correligionarios del compañero Andueza. Uno que es viejo recuerda a dos amigos, marinos, que, hace años (tantos que ambos dos disfrutan de una más que merecida jubilación), estuvieron llevando agua en aljibes (barcos) a Cádiz. O sea que la cosa es vieja y, entonces, la “voluntad política” estaba en otras cosas. Parece que, entre las urgencias actuales, está el refresco de los caballos que participan en la juerga del Rocío.

Un paréntesis: Uno piensa que una gran potabilizadora en lo que pudo ser la central nuclear de Lemoiz con una planta de tratamiento de salmueras (que son recuperables en un porcentaje sustancial) y poder garantizar una parte del suministro de Bizkaia y Araba, así como mantener acuíferos y humedales. Otra planta podría instalarse en Pasaia. En este caso, para Gipuzkoa y Araba. Implicar a una segunda comunidad, por ejemplo, Nafarroa, supone quedar bajar el paraguas de la Corte y con los ritmos y “voluntades políticas” de esta gente se puede helar el infierno. Cierro paréntesis.

Las “nuevas fuerzas” viven momentos de atonía “el partido de Pablo Iglesias” sigue avanzando como el cangrejo. La que pierde, por ejemplo, en la Comunidad Autónoma del País Vasco, lo gana Bildu. Total, si solo se trata de sujetar el paraguas de la Corte. El PCE ha puesto en marcha Sumar y, dependiendo de lo que pase el domingo, el siguiente paso será abducir lo que quede de Unidas-Podemos. Ciudadanos ha dejado de existir y, si son ciertas las encuestas, Vox sigue en retroceso.

Y como la cosa va de paraguas, no podía faltar el aterkin-ETA. Por un lado, EH Bildu llenó sus listas de antiguas “milis” quizá para recordar a los de la pre-escisión que ellos, EHB, son los depositarios del “legado”. Aunque el recordatorio no iba solo a la escisión, también a Sánchez. Las derechas y los medios afines han picado el anzuelo y han dedicado horas y horas al asunto de las listas. Por supuesto, acompañados por los medios de la derecha y de la Conferencia episcopal. Ayuso y Vox han pedido la ilegalización de Bildu. No lo hicieron en el caso de Falange que presentaba en Bilbao a Carlos García Juliá uno de los responsables de la matanza de Atocha en 1977.

La campaña vasca del PP resulta como poco pintoresca, con Iturgaitz que ha resucitado el mejor estilo Mayor Oreja. Eso en la CAV. En la Comunidad Foral de Navarra, han pensando que lo menor es fragmentar el voto para castigar a UPN. A la fragmentación se suma Vox. Vamos, ¡un chollo!

A partir de lunes, es el momento de la “voluntad política” y de la peregrinación a la Almudena para rezar que Sánchez no dependa del voto de EAJ para alcanzar el Gobierno sin haber cumplido –sin matices– los pactos sobre transferencias pendientes y otros. Es cierto que cuenta con quienes, en esta tierra, que están dispuestos a sujetar el paraguas contra el autogobierno. Además, cuentan con el voto de un juez. Está como Pablo Iglesias, que tiene a un teniente general.