Nunca me gustaron los datos estadísticos, tal vez porque me decían lo que no quería saber. La realidad es que los datos arrojados por el Eustat de este lunes no solo me han dicho lo que no quería saber; han logrado que me preocupe.
Los recientes datos del Eustat han puesto negro sobre blanco una situación digna de reflexión. En Euskadi, en el segundo trimestre de este año, solamente han nacido 3.319 niñas y niños (el 6,3% menos que el mismo periodo del año anterior). Concretamente, han nacido 1.631 en Bizkaia, 1.083 en Gipuzkoa y 605 en Araba. Pero si esos datos por sí solos no fueran preocupantes, refleja el informe otras cifras dignas de estudio. El informe refiere que casi el 70% de estos recién nacidos tienen una madre de edad entre 30 y 39 años y más del 11% de esos nacidos tiene una madre mayor de 40 años. Creo que estos datos, además de ser preocupantes por la continua disminución de natalidad, lo son por la edad de la maternidad.
Centrándome en el dato de la continua disminución de natalidad, mi reflexión es la siguiente: ¿Qué está pasando con las mujeres de Euskadi? ¿No quieren ser madres? En mi humilde opinión, creo que la respuesta a estas preguntas se puede resumir en algo tan sencillo como que el mundo laboral no está adecuado a las mujeres que quieren o tienen una carrera profesional y que quieren o podrían ser madres. Necesitamos que las empresas cambien la manera de extender el rendimiento en el trabajo basado en hora-silla. Las trabajadoras madres necesitan una flexibilidad y que la decisión de ser madre no suponga una dicotomía entre trabajo o familia.
Esto no es algo nuevo. Llevamos años recibiendo mensajes de alerta: cuidado con la baja natalidad en Euskadi. Lo que hace el informe del Eustat es poner negro sobre blanco lo que se vaticinaba y urge tomar medidas para que ninguna mujer tenga que optar entre carrera profesional o ser madre.