ste 2022 erá el Año Europeo de la Juventud, un gesto que lo dice todo: la UE quiere conectar con los jóvenes para proyectar el futuro de Europa. Pero también será el año de las elecciones presidenciales francesas, una vez más trascendentales y el de la Cumbre OTAN en Madrid, donde la defensa y seguridad de nuestro continente deberá ser redefinida. Para todo ello la Comisión Europea tiene su programa de trabajo, cuenta con el liderazgo determinista ya conocido de Von der Leyen, con una agenda que quiere ser audaz y transformadora en pro de una Europa posterior a la covid, que sea más ecológica, justa, digital y resiliente. Consta de 42 nuevas iniciativas legislativas en el ámbito de las seis grandes ambiciones de las orientaciones políticas: el pacto verde europeo, una Europa adaptada a la era digital, una economía al servicio de las personas, una Europa más fuerte en el mundo, la promoción de nuestro modo de vida y un impulso a la democracia europea.

Respecto al Pacto Verde, la Comisión propondrá normativa en materia de certificación de la eliminación de dióxido de carbono. Adoptará nuevas medidas para conseguir una movilidad sin emisiones, por ejemplo, la revisión de las normas de emisiones de CO2 de los vehículos pesados. Proseguirá el plan de acción de contaminación cero para mejorar la calidad del agua y del aire. Establecerá nuevas normas sobre el uso sostenible de los plaguicidas y fomentará la economía circular reforzando el derecho a reparar los productos en el lugar de sustituirlos. En materia digital, para dar respuesta a las preocupaciones acuciantes en torno al suministro de semiconductores, la Comisión adoptará una ley europea de microprocesadores. Además, propondrá una ley de ciberresiliencia para establecer normas comunes en materia de ciberseguridad y empezar a crear un sistema global de comunicaciones seguras de la UE, basado en el espacio que aporte una conectividad de banda ancha a escala europea y comunicaciones independientes seguras a los Estados miembros. Las medidas para facilitar la asimilación de las competencias digitales en las escuelas y la educación superior también ocuparán un lugar destacado en la agenda.

En este momento en que la recuperación cobra fuerza y ??la actividad económica vuelve a sus niveles anteriores a la crisis, se pretende reflexionar sobre la manera de lograr que nuestra economía social de mercado sea más resistente. La Comisión proseguirá el Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales como guía para el empleo de calidad, unas condiciones de trabajo justas y un mejor equilibrio entre la vida profesional y la vida privada. Para apoyar las políticas de los Estados miembros, la Comisión reforzará las redes sociales de seguridad cruciales para amortiguar las perturbaciones económicas proponiendo una iniciativa sobre una renta mínima europea. Durante el próximo año, la Comisión establecerá una nueva estrategia mundial de pasarelas para crear asociaciones en todo el mundo a fin de impulsar el comercio y la inversión. A finales de este año, se presentará una nueva declaración conjunta UE-OTAN y la Comisión tratará de acelerar el trabajo de cara a la creación de una auténtica Unión Europea de Defensa.

Para velar por que los jóvenes tengan la capacidad de configurar el futuro, la Comisión ha propuesto que 2022 sea el Año Europeo de la Juventud y aplicará una nueva iniciativa, ALMA (Aim, Learn, Master, Achieve: Aspirar, Aprender, Dominar, Lograr), para ayudar a los jóvenes a adquirir experiencia profesional en el extranjero. Su objetivo es integrarlos en la educación, la formación profesional o el empleo de calidad. La Comisión también presentará una estrategia de la UE sobre las universidades y propondrá métodos para una cooperación transnacional más profunda y sostenible en la enseñanza superior. También tomará nuevas medidas para salvaguardar la libertad y el pluralismo de la información, mediante la presentación de una ley europea de libertad de los medios de comunicación, y seguirá vigilando el Estado de derecho, fundamental para el funcionamiento eficaz de la UE. En ese objetivo de profundizar la democracia y los valores europeos, la Conferencia sobre el Futuro de Europa que se celebra desde el pasado mayo, deberá presentar sus conclusiones que podrían desembocar en reformas sustanciales de la UE.