El actor turco Can Yaman adquirió fama internacional cuando su serie Erkenci Kus (en español fue titulada Pájaro soñador) traspasó la frontera de su país. En España fue estrenada en 2019 en el canal Divinity por parte de Mediaset. Previamente había rodado, en el año 2017, Dolunay, que también fue estrenada por estos lares a rebufo del éxito de la anterior. 

Yaman nació en Estambul en el seno de una familia de ascendencia inmigrante. Su abuelo paterno era un inmigrante albanés con raíces kosovares y su abuela, también por parte de padre, era de Macedonia. Ahora se dedica a la interpretación pero sus estudios fueron encaminados hacia las leyes. Estudió Derecho y resume que, si se hubiera dedicado a la abogacía, lo habría hecho con la misma ambición que en su carrera de actor. “Sería un abogado internacional, con ambición por crecer, por salir y buscar desafíos profesionales. No sería un abogado de provincias ni me quedaría en Estambul, hubiera ido más alla”. Y apunta alto porque insiste en que se habría hecho famoso igualmente.

El intérprete de telenovelas turcas afirma que trabajar en su país es “la jungla. Allí no existe la limitación europea por la que se trabaja un máximo de diez horas. Producimos mucho, pero porque en Turquía trabajamos 18 horas sin dormir”. Y a esto se une, según explica, que la rivalidad entre los canales es feroz y que “si una serie no funciona se la cargan a los tres días, es una cuestión de supervivencia”.

Trabajar en español

Habla con conocimiento de causa tanto de lo que supone rodar en Turquía como en Europa, ya que desde hace cuatro años vive en Italia. Y tiene claro cual quiere que sea su próximo paso. “Mi nuevo objetivo es poder rodar en español, para eso estoy practicando con una profesora cuatro horas diarias”. 

Por eso ha aprovechado el premio que le ha sido concedido en Cádiz para reconocer que es un buen punto de partido para abrirse a ese mercado. “El mundo hispanohablante es muy grande. Si algo gusta en España, es muy fácil que se difunda en todo el planeta, así que es una oportunidad a la que no se puede renunciar”.

“Creo que las producciones turcas y las españolas serían muy compatibles, y no por la comparación de horas que mencionaba, sino por el empeño de hacer las cosas bien”, afirma.

Yaman acaba de terminar de rodar dos series que tiene pendientes de estreno. Por un lado Sandokan, por la que se mudó a vivir a Italia. “Es una gran serie. Es la primera vez que se trabaja con producción internacional, tanto inglesa como italiana”.

Y la segunda es El turco, la historia de un otomano expulsado del imperio por traidor y que acaba encontrando su sitio en Italia.