El 23 de octubre de 1980 es una fecha que jamás se olvidará en la pequeña localidad vizcaina de Ortuella. En la mañana de aquel fatídico día una explosión de gas en la escuela Marcelino Ugalde acabó con la vida de 50 niños de no más de seis años y de tres adultos (dos profesores y una cocinera). La deflagración pudo escucharse a más de seis kilómetros de distancia.
El escritor guipuzcoano Fernando Aramburu decidió tomar como trasfondo esta tragedia para su última novela, El niño, que Netflix va a convertir en película.
La plataforma de streaming ya ha puesto en marcha el proyecto, que dirigirá Mariano Barroso, expresidente de la Academia de Cine y ganador de tres premios Goya.
El niño cuenta la historia imaginada de un pequeño fallecido en la explosión. El narrador de la historia es Nicasio, su octogenario abuelo que todos los jueves acude al cementerio a visitar la tumba de su nieto.
A través de sus palabras, pero también de las de la madre y los vecinos iremos conociendo cómo todo un pueblo se enfrenta a una tragedia de este tipo y cómo es capaz de salir adelante con valentía y generosidad.
Adaptar la obra del autor vasco supone “un gran reto y un privilegio emocionante”, afirma Mariano Barroso. “Estoy encantado de continuar mi relación con Netflix, ahora desde el guión y la dirección de mi próxima película. Trabajar con los equipos de esta casa es una de las mejores experiencias de mi carrera”, añade el cineasta catalán, quien también produce junto a Rafa Portela. Barroso ya dirigió para Netflix tres de los capítulos de la serie antológica Criminal, que está rodada en diferentes países.
Profunda huella
Para Aramburu, la futura cinta “me afianza en el convencimiento de que los niños fallecidos en aquella tragedia de 1980 merecen un lugar digno en nuestra memoria”.
El escritor tenía 21 años cuando ocurrió. “La pérdida de un hijo y el dolor consiguiente es un asunto universal. Yo la situé en la localidad de Ortuella con ocasión de un accidente del que me acuerdo mucho y de forma muy precisa. Recuerdo cómo me enteré de él el mismo día”. Lo hizo por la radio, en Zaragoza, donde se encontraba entonces estudiando Filología Hispánica. “Sentía como si reclamara un espacio propio en la serie de historias Gentes vascas que yo me propongo contar”, apunta.
“Es una tragedia que a mí me dejó una huella muy honda en la memoria, no solamente por el hecho de que fuera tan grave, sino por unas circunstancias mías personales, entre ellas, debería resaltar el hecho de que yo fui un maestro de niños jovencitos durante más de veinte años”, confesaba Aramburu en una reciente entrevista al Grupo Noticias.
El escritor tuvo contacto con vecinos que vivían cerca del colegio, personas que conocían a algunas de las familias afectadas, e incluso con un médico que ese día estaba de servicio.
El niño forma parte de la citada serie Gentes vascas, junto a Los peces de la amargura, Años lentos e Hijos de la fábula, donde Aramburu traza una crónica del pueblo vasco a través de personajes que podrían ser cualquiera de nosotros.