Con el paso de los años, la manera de ligar ha ido evolucionando. Si hace no mucho lo más común era conocerse físicamente y el cara a cara, hoy en día imperan las redes sociales y las aplicaciones de citas. De hecho, es frecuente encontrar cada vez más parejas que se han ido formando gracias a apps como Tinder o Badoo, entre otras. No obstante, parece que este panorama tiene visos de cambiar. 

Cabe la posibilidad de que la forma de conocer gente sea en el transporte público o en una biblioteca, tal y como ocurría antaño. Para recuperar esa idea, dos jóvenes estudiantes de ADE, Arturo Vacas y Martín Zulueta, vienen a romper los esquemas. 

Según indican, no les convencía mucho el ligar en las aplicaciones de citas convencionales, pues lo consideraban algo artificial y poco personal. Por lo tanto, decidieron fundar Closer, una aplicación gratuita que se desmarca totalmente de la competencia en este nicho de mercado.  

Tinder es la aplicación de citas más usada en el Estado Freepik

“El amor está en la calle”

Joaquín González, director creativo de Closer, en una entrevista concedida a otros medios, explica la razón de ser del proyecto: “Tengo amigos que nunca han usado apps para ligar. Pero esto es todo lo contrario, materializar una conexión real y alejarte de la superficialidad de una foto. El amor está en la calle”.

Inés Velasco, responsable de la comunicación, apunta a que los más jóvenes tienen una creencia “negativa” de las clásicas aplicaciones para ligar: “Muchas veces se usan para rollos y relaciones esporádicas. Muy poca gente conoce de verdad a sus parejas”

El funcionamiento de Closer es muy sencillo: estás en un espacio público y ves a alguien que te atrae. En ese momento, puedes acceder a su perfil de la app y enviarle una solicitud de contacto. Sería una notificación conocida como ‘wink’ (guiño en inglés), con la posibilidad de impresionar con una pregunta original.

En el caso de que la otra persona también se muestre interesada, aceptará la notificación que la app le envié y a partir de ahí ambas podrán entablar conversación. De no ser así, ese flechazo caerá en el olvido y los caminos se separarán. 

Arturo Vacas, uno de los fundadores de la app, aclara los motivos de este proceso: “Si me da vergüenza acercarme a hablar contigo o pedirte el teléfono, sería igual de vergonzoso que apareciese en tu móvil un mensaje mío o una foto estando yo delante”.

A la vieja usanza

En palabras de Vacas, antes de diseñar la app lanzaron una encuesta en sus redes, y prácticamente el 99% de los participantes admitió que le costaba mucho dar el primer paso de hablar en persona con alguien que le había llamado la atención. 

Algunos aplicaban viejas tácticas como hacerle fotografías a escondidas a la persona en cuestión para compartirlas en redes e intentar localizarlas más tarde. O incluso tomar una instantánea de su propio número de teléfono y enviarla a todos los contactos que estaban cerca con la esperanza de dar con su objetivo. 

Imagen de una pareja Archivo

Cómo registrarse

Closer usa GPS, Bluetooth y hasta las redes móviles para encontrar a la persona usuario que te haya gustado. Por el momento, tiene un rango de entre 25 y 50 metros, puesto que calculan que es la distancia máxima que puede haber para dar con alguien interesante. 

El proceso de registro solo requiere ingresar tu nombre, una foto de perfil y tu orientación sexual. Por lo tanto, ajena a matches, likes o superlikes, Closer buscará codearse con otras grandes aplicaciones de citas como Tinder y liderar esta filosofía de conocer gente que parece estar anclada en el pasado.