Los ruidos son uno de los principales motivos de conflicto en las comunidades de vecinos. Obras de par de mañana, movimientos de muebles por las noches, fiestas de madrugada, gritos en las relaciones sexuales, el piano o la flauta que no paran de sonar en todo el día con la misma canción, la música alta, el escándalo al ver los partidos de fútbol, las broncas constantes, el perro que no calla…, son sólo algunos de los ejemplos que desquician a muchos vecinos.

Esas molestias en muchos casos terminan en una nota que se pone en el portal, en el ascensor, junto a los buzones o en cualquier zona común explicando lo incómodo de la situación con la intención de que el culpable o los culpables reaccionen y tomen medidas.

Queja por la misa alta

En este caso el ruido era por algo no demasiado frecuente y que ha ocurrido en un edificio de Granada, según ha desvelado la popular cuenta de X Líos de Vecinos, que se dedica a compartir “líos, broncas y curiosidades de comunidades de vecinos”, como ellos mismo describen en su perfil.

El post incluye una fotografía que se ha hecho a la nota que ha aparecido en ese vecindario, escrita a mano en una hoja de papel con tinta negra y en letras mayúsculas para que llame más la atención. “Para mi querida vecina que pone la misa a las 9 de la mañana todos los domingos”, comienza el cartel, que parece un reproche suavizado con buenas palabras y que incluye otra frase: “Reza un poco por mí para aprobar exámenes. Un beso”, termina.

No se sabe si lo de los exámenes es cierto o sólo es una manera de llamar su atención previsiblemente por el volumen al que pone la misa los domingos por la mañana, un momento que muchos jóvenes, como parece ser el caso del autor o la autora de la misiva, aprovechan para dormir después de salir el sábado por la noche.

Contraataque de la señora

En cualquier caso, la vecina (se da por hecho que es ella) ha respondido a esta persona de forma contundente en lo que es todo un contraataque escrito en azul y en letras minúsculas justo debajo del texto original. “Estudia más y no hagáis ruido con botellones”, contesta la señora, evidenciando que parece haber un problema con el ruido en el edificio y que las dos partes tienen sus motivos para quejarse, aunque con sonidos bien distintos.