Toda una vida detrás del mostrador, con una atención para cada cliente que entra por la puerta, aconsejando y escuchando. Concretamente, desde 1961 cuando se puso en marcha en Vitoria.

Conchi lleva en esta histórica tienda de barrio más de 30 años. Ahora le acompaña su hijo Gaizka en la calle Domingo Beltrán, aprendiendo el negocio en un sector que está en plena extinción en Vitoria.

"Antes todos los barrios tenían su ferretería para bajar a comprar en un momento lo que necesitaras. Pero ahora quedamos cuatro o cinco en la ciudad", explica esta comerciante del barrio de Coronación.

Hablamos de Ferretería Alegría (el nombre viene por el apellido de la familia, Ruiz de Alegría), que abrió sus puertas en el año 1961, en la calle Domingo Beltrán "cuando delante de la tienda pasaba todo el tráfico para salir de Vitoria", recuerdan los propietarios de este negocio por el que ya han pasado cuatro generaciones.

Empezaron los bisabuelos de Gaizka, que llegaron desde Balmaseda y alquilaron dos locales que convirtieron en uno solo muy amplio para vender muebles. Hasta que a los diez años pasó a ser la ferretería que conocemos hoy en día (teléfono: 945 22 16 92; whatsApp: 945 22 16 92; correo: ferreterialegria@hotmail.com).

Para recordar toda esta historia, en el escaparate de la ferretería luce desde hace unas semanas un emotivo cartel que ha llamado mucho la atención en el barrio.

Una gran fotografía en blanco y negro de cómo era Vitoria en la década de los años 60. Concretamente, se puede ver el mismo tramo donde se sitúa la tienda, en el cruce entre las calles Domingo Beltrán y Coronación.

Junto a la fotografía, un mensaje breve pero que ha llegado a muchos vecinos: "A vuestro servicio desde 1961".

Clientes de otros barrios

En esta ferretería de la calle Domingo Beltrán entran clientes de toda la vida de Coronación y gente de otros barrios de la ciudad.

"Antes todos teníamos una ferrería al lado de casa o muy cerca. Pero ahora quedamos muy pocos negocios de este sector en Vitoria. Lo que sucede es que han ido cerrando todas estas tiendas donde podías comprar casi de todo, sin relevo generacional para seguir al frente.

Reconocen que tienen una dura competencia en dos ámbitos, las grandes superficies y las compras online.

Después de tantos años al frente de esta mítica tienda de Coronación, trabajando de lunes a sábados ("y con pocas vacaciones"), Conchi sabe perfectamente quién entra y comprará y la persona que no se va a llevar nada.

¿Qué buscamos en un ferretería?

Lo que está claro es que la persona que compra en la ferretería sabe lo que quiere: calidad en lo que compra (da igual que sea una plancha, una cafetera, una sartén, unos cables o tornillos, una escoba o unas llaves) y dejarse aconsejar y ayudar por la persona que está detrás del mostrador, alguien de confianza.

"Estamos para ayudar. Estamos muy contentos en el barrio. Hay mucha gente mayor que necesita que le echen una mano de vez en cuando, desde una señora a la que le llevamos la tabla de la plancha hasta casa, una cerradura que no va bien o una persiana, hasta algo que se ha estropeado en el baño y no saben qué hacer o poner un riel de las cortinas".

En la ferretería tienen un servicio técnico que puede ir a un casa, "pero muchas veces mi marido o mi hijo se acercan como un favor".