Ryanair está cosechando una oleada de críticas tras responder en redes sociales a una pasajera, la actriz Bianka Randell, que se quejaba de que, debido a su altura y la escasa distancia entre asientos, tenía que mantenerse en una incómoda posición

"Sintiéndome una vez más discriminada por ser alta gracias a Ryanair", lamentaba la viajera con una fotografía de sus piernas colocadas a un lado del asiento, evidenciando una vez más la escasa distancia entre asientos tan habitual de la compañía aérea.

La respuesta del community manager de Ryanair no tuvo desperdicio: "Venga, a doblar las rodillas", le escribió como respuesta a su queja.

Los mensajes de respuesta a la aerolínea irlandesa no se hicieron esperar. Unos censurando la actitud de la compañía y otros, en cambio, criticando a la pasajera por no asumir que un vuelo de bajo coste debe tener, al parecer, un menor nivel de exigencia que en cualquier otra aerolínea.