Harvard revela la alimentación que ayuda a mantenerse saludable con los años

En las últimas décadas, ha aumentado notablemente la esperanza de vida media y con ella, la preocupación por llegar sanos y sanas a edades avanzadas. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud reconoció que priorizar la preservación de la capacidad funcional y la prevención de su deterioro deberían ser centrales en el modelo de envejecimiento sano. Este cambio se aleja del enfoque tradicional centrado en las enfermedades, buscando ofrecer una mejor atención integral a las personas de edad avanzada.

La dieta es el principal factor de riesgo relativo a la conducta relacionado con la aparición de enfermedades no contagiosas. Para profundizar en este tema, el estudio Patrones dietéticos óptimos para el envejecimiento sano del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard, ha investigado el impacto en la salud de varias dietas saludables seguidas durante 30 años por 105.015 participantes.

Este artículo ha comprobado que, las personas con una mayor adherencia a una dieta saludable, tienen entre un 8,4% y un 12,4% de probabilidades de lograr un envejecimiento saludable.

Dietas

Entre todas las dietas analizadas, la más asociada con un envejecimiento saludable es el Índice Alternativo de Alimentación Saludable (AHEI) , seguido del Índice Dietético Empírico Inverso para la Hiperinsulinemia (rEDIH) y el Índice Alternativo de Dieta Mediterránea (aMED).

El Índice de la Dieta de Salud Planetaria (PHDI) es la dieta que más relacionada está con una salud cognitiva intacta y con superar la edad de 70 años, mientras que la AHEI, es la que tiene una mayor relación con mantener una salud mental y una capacidad funcional intactas. La rEDIH, por su parte, es la dieta más asociada con la ausencia de enfermedades crónicas.

Alimentos

Según el equipo de investigación de Harvard, la ingesta de alimentos ultraprocesados está relacionada con menores valores nutricionales y menos probabilidades de tener un envejecimiento sano.

Aunque todos los patrones dietéticos analizados tienen similitudes, como incrementar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales y reducir la ingesta de carnes rojas y procesadas, cada una tiene sus particularidades.

Mientras la dieta mediterránea prioriza el aceite de oliva, el pescado y los frutos secos, la dieta de Intervención Mediterránea-DASH para el Retraso Neurodegenerativo (MIND) prioriza los beneficios cognitivos de las bayas, y la PHDI da más importancia a los alimentos con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, como los alimentos con proteínas de origen vegetal.

Teniendo en cuenta todas las dietas analizadas, el estudio concluye que los patrones alimenticios más saludables son ricos en frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, frutos secos y legumbres, que incluyen productos lácteos y que son bajos en grasas trans, sodio y carnes rojas y procesadas.

Las grasas insaturadas, presentes en los frutos secos, los aguacates y en aceites de origen vegetal como el aceite de oliva, de cacahuete o de girasol, entre otros, son el alimento más relacionado con consecuencias beneficiosas para el envejecimiento saludable. 

Esta relación no es simplemente por consumir grasas insaturadas, sino también porque sustituyen el consumo de otras grasas más perjudiciales, como las grasas saturadas, de origen animal y presentes en la leche, el queso y la carne, especialmente la roja, y, sobre todo, las grasas trans, el alimento que el estudio da la peor puntuación en todas las categorías estudiadas. Las grasas trans se encuentran en alimentos procesados.

Como conclusión del estudio, podemos resumir que seguir una dieta saludable es beneficioso para envejecer de la mejor manera posible y que, aunque hay alimentos que pueden ser beneficiosos para ciertos objetivos, no significa que por consumirlos vayamos a vivir más, sino que deben estar dentro de una dieta equilibrada que los complemente.