Un fallido experimento final
Con Simmons eliminado y Spagnolo cansado, Galbiati concede las llaves del equipo a Howard en un epílogo presidido por dos ingenuas pérdidas de Radzevicius
Si de algo va sobrado en este momento en su plantilla el Kosker Baskonia es de bases, sobre todo extracomunitarios. Pues bien, pese a la saturación de piezas para llevar la manija del equipo se echó de menos la ausencia de un director cerebral que impusiera las imprescindibles gotas de oficio para rematar el excelente trabajo colectivo durante los 40 minutos.
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Nowell y Forrest fueron los descartados antes del salto inicial por Galbiati para cumplir la legislación vigente en la ACB. En un error de cálculo del técnico italiano para no protegerle de la amenaza de la eliminación con tanto por jugarse, Simmons tuvo que enfilar el camino hacia el banquillo en el minuto 32.
Quedaba entonces la opción de Spagnolo para tratar de dar continuidad a su meritorios minutos ante el Armani Milan en esta posición y seguir talando el árbol taronja, pero el italiano ya estaba dando evidentes síntomas de agotamiento y sus decisiones no eran las mejores.
El 1x1 del Baskonia: La pegada de Luwawu-Cabarrot no basta
Galbiati le retiró la confianza a su compatriota a falta de cuatro minutos con el marcador en un puño en una decisión con un alto componente de riesgo. Lo cierto es que el entrenador del Kosner Baskonia jugó con fuego y terminó quemándose, aunque hablar a posteriori siempre es mucho más fácil.
Howard, que al menos dio algún síntoma de recuperación en el segundo cuarto con una buena producción ofensiva, fue el encargado de ejercer como base. En realidad, el líder espiritual del equipo volvió a ser Luwawu-Cabarrot convirtiendo en oro todos los balones que acabaron en sus manos y permitiendo a la escuadra alavesa llegar vivo a los compases finales con la enésima exhibición ofensiva de la campaña.
Desenlace cruel para el embrujo del Buesa
Regalos de Radzevicius
Mientras TLC se ponía la capa de héroe en cada ataque con una puntería asombrosa, algunos errores de principiante fueron destrozando paulatinamente las ilusiones alavesas. El alero galo, completamente exhausto, perdió un balón de oro con 87-87 y regaló dos tiros libres a Montero a falta de cinco segundos, pero a renglón seguido compensó esa pifia con una notable asistencia a Diakite para que el guineano hiciera soñar con la prórroga (89-89).
Entre medias, Radzevicius protagonizó dos errores que difícilmente olvidará durante los próximos días y devolvieron el aliento al Valencia Basket. Con 83-80 a favor del Kosner Baskonia, el lituano perdió el primer balón en un saque de banda y Reuvers consiguió un mate sin ninguna oposición tras correr en solitario hacia el aro local.
Poco después, el mal entendimiento con Howard a la hora de poner en juego el balón desde la línea de fondo también sumió al Buesa Arena en la más absoluta desesperación.
La puntilla final llegó con un misil de Taylor que dejó la cancha de Zurbano completamente helada. No mereció un epílogo tan cruel un Kosner Baskonia generoso en el esfuerzo y con tramos de un baloncesto brillante que se sobrepuso a un difícil arranque de partido y tuteó a un todopoderoso rival que cuenta con posiciones hasta por triplicado. Compitiendo así y con la vuelta de los lesionados, el consuelo es que llegarán las alegrías.