El Baskonia se vuelve de vacío de la enésima salida lejos del Buesa Arena. Ni siquiera ante el colista de la Euroliga, el Maccabi más vulnerable que se recuerda, pudo alterar su errático rumbo como visitante en la máxima competición continental.

Entre el sibilino criterio arbitral que barrió para casa en todas las decisiones controvertidas y se cebó con los interiores de Galbiati, la inconsistencia habitual en labores defensivas y el lastimoso cierre del rebote que brindó muchas segundas opciones de tiro a los macabeos, quedó concretada una nueva decepción en Belgrado.

La notable mejoría tras el descanso, con Kurucs prendiendo la mecha de la reacción gracias a su destajista esfuerzo, no fue suficiente para que el Baskonia terminara remontando un partido dominado siempre por el Maccabi. El equipo vitoriano amagó pero no golpeó a un anfitrión israelí que dio claros síntomas de vulnerabilidad.

La mala selección de tiro y el escaso acierto exterior en los compases finales, donde Galbiati prescindió de Howard debido a los deméritos del norteamericano, constituyeron la puntilla para un Baskonia voluntarioso y con evidentes carencias que las altas esferas no terminar de corregir en los despachos. Por si existía alguna duda, la visita al Maccabi echó más leña al fuego respecto a la imperiosa necesidad de incorporar un pívot.

Desde el inicio, el Baskonia volvió a adoptar el papel de perseguidor en una nueva jornada continental. Ante un rival escaso de confianza y repleto de dudas en la presente temporada como el alicaído Maccabi tampoco se sintió cómoda la escuadra vitoriana, que volvió a ofrecer los argumentos baloncestísticos justos para romper su sequía a nivel continental lejos del Buesa Arena.

Todas las fotos del Maccabi - Baskonia Efe

Ni siquiera la excelsa actuación ofensiva por momentos de Luwawu-Cabarrot y Simmons permitió al Baskonia mandar en el marcador. Gracias a su facilidad para castigar las pérdidas vitorianas en transición, anotar en las jugadas de bloqueo y continuación o sumar con los tiros liberados, el conjunto israelí amagó con romper el encuentro en numerosas fases sin llegar a lograrlo.

Problemas en el rebote

Una vez más, la defensa baskonista consintió innumerables licencias a un anfitrión de gatillo fácil pero sin el desbordante talento de otros transatlánticos continentales. No solo el compulsivo anotador Walker IV o Clark III pasearon su electricidad sino que los versátiles interiores de Kattash (Hoard, Sorkin y Leaf) también camparon a sus anchas gracias a una solvente fuente de alimentación como Blatt.

En las filas alavesas, la película de casi siempre en Belgrado. Como contrapunto de su buena producción ofensiva, hubo que lamentar la escasa contundencia y aportación de los hombres de su pintura o las recurrentes dificultades de los exteriores de Galbiati para defender el uno contra uno de los vertiginosos exteriores locales.

Los mejores minutos para el Baskonia llegaron en la reanudación con un parcial de entrada de 1-9 que le hizo revivir en la pelea por la victoria. Aunque también se cargó de faltas como Diakite y Diop, un sacrificado Kurucs fue el encargado de inyectar sangre al equipo y liderar un intento de remontada al que contribuyeron igualmente Diallo con su voracidad en las penetraciones o Tadas con su puntería en las suspensiones.

Otra mala noche de Howard

El tormentoso cierre del rebote defensivo de los alaveses fue un salvavidas para que el Maccabi no se viniera abajo. Sin embargo, prueba del crecimiento del Baskonia con el transcurrir de la contienda es que Diakite llegó incluso a igualar el choque a 66 a falta de un minuto para el final del tercer cuarto.

Todas las fotos del Maccabi - Baskonia Efe

En el momento que se cocía la suerte del ganador, el conjunto alavés volvió a verse penalizado por las eliminaciones de Diakite y Kurucs o el aciago papel de Howard.

De nuevo reo de sus miedos, el estadounidense ni siquiera tocó el aro en algún intento triple y el acelerón del Maccabi no se hizo esperar hasta un inquietante 81-74 que hizo muy difícil la remontada. Luwawu-Cabarrot, el héroe de muchas jornadas esta temporada, no embocó los últimos tiros exteriores y una canasta de Diallo invalidada por los árbitros en el Instant Replay sepultó las últimas esperanzas en Belgrado.