Galbiati se libra pronto del sambenito de Laso en el Baskonia

Así como hace una semana era aún pronto para sentenciar al nuevo Baskonia tras haber ganado dos encuentros en sus diez primeros compromisos, no conviene echar las campanas al vuelo ahora por haber ganado tres encuentros consecutivos en casa ante rivales de enjundia como el Dubái Basketball, el Anadolu Efes y La Laguna Tenerife.

Sin embargo, hay datos que invitan al optimismo, y es que el equipo de Galbiati, a pesar de tener a dos jugadores determinantes como Trent Forrest y Markus Howard fuera de combate, ha conseguido en apenas un mes de competición lo que a Pablo Laso le costó ocho meses la pasada temporada: sumar tres victorias seguidas.

Si a algo le faltó al Baskonia la pasada campaña fue regularidad. El conjunto gasteiztarra fue una montaña rusa en cuanto a rendimiento y no logró encadenar una racha de buenos resultados en ningún momento de la temporada, ya que habitualmente se desinflaba después de una gran actuación.

De hecho, al técnico vitoriano le persiguió durante todo el curso 2024-25 la maldición de no ser capaz de ganar tres partidos seguidos, algo que no consiguió hasta el final de temporada, cuando el equipo dejó de competir en la Euroliga y pudo centrarse en la ACB, donde se encontró con algunos rivales que ya no se jugaban nada.

Concretamente, logró esas tres victorias consecutivas entre los días 18 y 30 de mayo tras imponerse al Barcelona y al Bilbao Basket en casa y en la última jornada de la liga regular de la ACB al Leyma Coruña a domicilio. Fue esa la mejor racha ganadora del Baskonia de Laso, ya que después llegaron las dos derrotas contra el Real Madrid en los cuartos de final del play off.

Por lo tanto, si el Baskonia de Paolo Galbiati consigue imponerse a la Virtus Bolonia en el Buesa Arena el próximo jueves a partir de las 20.30, logrará también superar la mejor racha de triunfos de su predecesor en el banquillo.

Síntomas de estabilidad

Aunque estos datos no dejan de ser anecdóticos, sí que resultan significativos de que el equipo tiene al menos la capacidad para compaginar la Euroliga con la ACB sin sufrir bajones de rendimiento por el camino o dejarse llevar en las citas domésticas, algo que se pedía a los azulgranas para que objetivos como la clasificación para la Copa del Rey y el play off, que antaño se daban por hechos, no quedaran desatendidos.

Ese fue uno de los motivos por los que se buscó en el mercado cupos de formación contrastados para tener una rotación más larga en la ACB y no notar tanto la fatiga. Pues bien, casualidad o no, la aportación precisamente de Rodions Kurucs y Matteo Spagnolo fue clave la semana pasada.

La tarea de Paolo Galbiati ahora será conseguir que esas tres victorias seguidas no sean un hecho aislado y se repitan en otras ocasiones esta temporada, algo que significará que el equipo ha encontrado esa regularidad que tanto echó en falta la pasada campaña.