El Baskonia retoma hoy (18.00 horas) el pulso a la ACB con una salida relativamente asequible que, a tenor de las ausencias en la expedición, tiene visos de convertirse en un campo de minas. En el Palacio de los Deportes de Granada aguarda uno de los modestos de la competición doméstica que ha arrancado la temporada con el pie torcido tras sufrir sendas derrotas ante el Joventut (75-87) y el Manresa (83-68).
El inconveniente para la escuálida escuadra vitoriana no son tan solo las sensibles bajas de Trent Forrest, Markus Howard y Rodions Kurucs sino también su falta de confianza y el importante desgaste a nivel físico y mental originado por la doble jornada de Euroliga.
Todo el mundo es consciente de que al Baskonia se le suelen atragantar esta clase de partidos cuando viene de realizar esfuerzos continuados en un corto intervalo de tiempo, mucho más si hay algún viaje de por medio. Pues bien, con una autoestima bajísima y un ejército diezmado en cuanto a efectivos, la montaña se encuentra más empinada si cabe.
Rezagado en la Euroliga desde el inicio, la importancia de ganar en tierras andaluzas es incuestionable para un Baskonia que no puede desfallecer si quiere estar presente en la Copa prevista en febrero del año que viene en el Roig Arena de Valencia.
El conjunto de Galbiati necesita imponer su jerarquía en una pista donde no le esperarán precisamente con los brazos abiertos. Tras darle vueltas a la elección de los extracomunitarios en jornadas anteriores, el italiano tan solo podrá disponer este domingo de Nowell.
El estado de máxima necesidad del Granada le convierte en un rival si cabe más peligroso. El club nazarí, lugar de procedencia de Pablo Pin –el ayudante del técnico italiano permaneció allí la friolera de 13 temporadas logrando cuatro históricos ascensos desde Nacional hasta la ACB– viene de una temporada convulsa en la que logró mantenerse en la élite gracias a una decisión en los despachos.
Cabe recordar que, bien entrado el mes de julio, la Asamblea de la ACB decidió rechazar la afiliación del Real Betis Baloncesto tras su ascenso procedente de la 1ª FEB (antigua LEB Oro) después de no superar los trámites burocráticos ni los requisitos económicos exigidos para su inscripción.
Esa plaza vacante fue ofrecida nuevamente por los gestores de la patronal al Granada, que de momento no conoce las mieles del triunfo tras un verano en el que ha dado una fuerte sacudida a su plantilla.
Matt Thomas, la amenaza
En las filas locales destaca sobremanera la presencia de Matt Thomas. El escolta estadounidense, con pasado en la NBA, la Euroliga y equipos de la ACB como el Valencia Basket, está llamado a ser la estrella del Granada y uno de los anotadores más compulsivos del torneo.
Eso sí, su entrenador Ramón Díaz se encuentra expuesto a quedarse sin su municion ofensiva en cualquier momento de la campaña, ya que dispone de una cláusula muy baja en su contrato para fichar por un conjunto de Euroliga.
Además de Thomas, el Granada sigue contando entre sus filas con clásicos como Rousselle, Burjanadze y Valtonen. De cara a la temporada 2025-26 las otras novedades han sido el base Micah Speight, los exteriores Jovan Kljajic y Travis Munnings y los interiores Luka Bozic –su hombre más valorado en estas dos primeras jornada con 22,5 créditos de media–, Zach Hankins y Babatunde Olumuyiwa.