Paolo Galbiati tiene ganas de ponerse ya al frente de su nuevo equipo y así lo ha evidenciado en sus primeras declaraciones como entrenador del Baskonia, en las que afirma sentirse "muy emocionado y entusiasmado" de formar parte del club gasteiztarra.

Según explica, él es un enamorado del baloncesto que comenzó a jugar y a ver partidos "hace 25 o 30 años", coincidiendo con la época más exitosa del club. "Tenía auténticos equipazos, no hay más que ver todas estas camisetas. Me acuerdo de Luis Scola, de Nocioni y de Igor Rakocevic, que era uno de mis jugadores favoritos. Era bajito como yo y pensaba que si él podía jugar a ese nivel, yo también era capaz de hacerlo", rememora.

Por ello, cuando surgió la oportunidad de entrenar en Vitoria no se lo pensó. "Es un sueño poder sentarme en un banquillo tan prestigioso como el del Baskonia", afirma, a lo que añade que "algo empezó a girar" en su estómago tras recibir la noticia.

Su objetivo en esta nueva etapa, según el ex del Trento, será "ganar todos los partidos posibles" e incluso "algún trofeo". Eso sí, de momento, no se atreve a hacer promesas en ese sentido, pero sí que adelanta que el equipo "dará el 300% en cada día de trabajo" e intentará "darlo todo sobre la cancha, sin miedo, para hacer felices a los baskonistas".

En cuanto a su personalidad, destaca que es un entrenador que prima por encima de todo "trabajar duro y ser amable con las personas que te rodean", valores sin los que, en su opinión, no es posible alcanzar algunas metas.

Esos valores intentará trasladárselos también a sus jugadores, a quienes adelanta que pedirá "corazón, pasión y respeto", algo "innegociable" para él. "Mi deseo es un equipo que haga que la afición y la gente que trabaja para nosotros en el club esté orgullosa de ver competir sobre la cancha".

En ese sentido, pone como ejemplo al exbaskonista Achille Polonara, con quien coincidió en la selección italiana. "Él hablaba de Baskonia y de Vitoria de una manera increíble y empecé a soñar. Espero que tanto yo como los jugadores tengamos el espíritu que él tenía entonces y que también tiene ahora", sentencia.