Con la llegada de un nuevo entrenador y los cambios sufridos por la plantilla, el Baskonia aún está buscando su sitio en esta nueva temporada 2024-25. Jugadores como Forrest, Baldwin, Jaramaz o Luwawu-Cabarrot están adaptándose a su nuevo entorno a contrarreloj a causa de un calendario que no da tregua, mientras que a otros que llevan más tiempo en Vitoria también les está costando mostrar su mejor versión, siendo el caso de Markus Howard sin duda el más significativo.
El escolta norteamericano renovó al final de la pasada temporada su contrato con el Baskonia hasta 2028, operación con la que el club le concedió definitivamente el status de estrella con un sueldo acorde a su condición de máximo anotador de la Euroliga y de la ACB el curso pasado. Sin embargo, en el comienzo de esta campaña en la que Howard estaba llamado a ser la piedra angular del equipo, al de Nueva Jersey le está costando alcanzar sus números habituales.
Tras siete jornadas disputadas en la Euroliga y seis en la ACB, el talentoso exterior es el segundo mejor anotador del equipo en la Euroliga con 13 puntos de media y el quinto en la ACB con 11,2 puntos por choque, lejos de los 19,4 y 19,5 que registró respectivamente el curso pasado.
Eso, en cualquier caso, no resulta algo tan relevante teniendo en cuenta que el equipo está encontrando diferentes anotadores en cada encuentro, lo que sí que habla peor del inicio de temporada de Howard son sus porcentajes.
En efecto, el escolta estadounidense está registrando sus peores números en cuanto a acierto desde que llegó a Vitoria en tiros de dos y en triples en ambas competiciones, algo que se puede explicar en parte por la mayor vigilancia de los rivales sobre él, pero no únicamente por ello.
Sus números en tiros de dos también han bajado, pasando del 46% de hace dos años y el 48% del curso 2023-24 al 37% (10/27) del actual.
En la presente Euroliga Howard registra un 19/55 en triples, lo que supone un 34,2% de acierto, menos que el 36,5% que registró en la temporada 2022-23 y el 40% del curso 2023-24.
Sus números en tiros de dos también han bajado, pasando del 46% de hace dos años y el 48% del curso 2023-24 al 37% (10/27) del actual.
En la ACB, la competición que hasta ahora más se le está atragantando al Baskonia, la diferencia es aún más notable. Desde la línea de 6,75 metros el escolta azulgrana anotó el 42,4% de sus tiros en la temporada 2022-23, el 41% en la 2023-24 y actualmente registra un pobre 31,1% tras encestar 14 de sus 45 intentos. En tiros de dos también ha pasado del 54% de su primer año en Vitoria al 49,6% de la temporada pasada y al 33,3% de la actual (5/15).
En busca de confianza
Aún queda mucha temporada por delante y seguro que los números de Howard mejorarán, pero la realidad es que hasta el momento no se está encontrando cómodo y para el conjunto de Pablo Laso sería diferencial recuperar la mejor versión de su jugador franquicia.
Al escolta norteamericano, consciente de que no está rindiendo a su mejor nivel, se le ha notado ansioso en algunas acciones de este comienzo de la campaña, pidiendo el balón desesperadamente cuando los compañeros no lo encuentran, lamentándose cuando tiros que en otras temporadas no fallaba son escupidos por el aro o cometiendo algunas faltas innecesarias fruto de la impotencia.
Curiosamente, cuando el curso pasado firmó su primera renovación hasta 2026 el 4 de octubre, Howard también pasó por una racha negativa que se alargó varios encuentros. En aquel tramo registró, por ejemplo, un 0/4 en triples ante el Bayern, 2/7 ante el Panathinaikos, 2/9 ante el Partizan, 0/3 ante el Andorra o 2/7 contra el Gran Canaria.
Tras el apagón, la explosión
Sin embargo, una vez anotó 33 puntos contra el Obradoiro recuperó su confianza y volvió a su versión extraterrestre en los dos siguientes encuentros con 26 puntos contra el Barça y 35 ante el Asvel con un 8/13 en triples.
Los tiradores van por rachas. Es cuestión de confianza. Buena prueba de ello es lo sucedido el pasado ejercicio. Y es que una vez que Howard entró en combustión, sus exhibiciones estratosféricas llegaron de forma habitual.
Los tiradores son así. Van por rachas. Es cuestión de confianza. Buena prueba de ello es lo sucedido el pasado ejercicio. Y es que una vez que Markus Howard entró en combustión, sus exhibiciones estratosféricas llegaron de forma habitual.
Los datos así lo confirman. Tras el duelo ante el conjunto galo, el compulsivo anotador de New Jersey firmó otros cuatro encuentros seguidos en Euroliga más que notables. Ante el Mónaco acabó con 18 puntos y un 4/7 en triples (57%), frente al Valencia Basket se fue hasta los 28 puntos y un 6/14 (42,8%) desde el arco, mientras que contra el Fenerbahace anotó 28 con un 4/13 (30%) desde los 6,75 metros y un 7/12 (58,3%) en tiros de dos y ante el Estrella Roja su aportación en puntos fue de 17 tras firmar un excelente 5/7 (71,4%) desde el lanzamiento triple. Espectacular.
Exhibición en Belgrado
Para el recuerdo quedan otros partidos en Euroliga que vinieron después como el del Mónaco con 33 puntos y un 5/9 (55,5%) en triples, el de Belgrado ante el Estrella Roja con 32 puntos y un 7/10 (70%) desde el arco o los 35 puntos anotados en el decisivo duelo frente el Real Madrid para clasificarse para el play in con un 7/12 (58,3%). Un tirador letal.
Un killer que está con la mirilla desviada. Al menos Howard ha buscado otra forma para ayudar al equipo. A falta de sus puntos, el estadounidense aporta un mayor liderazgo.
El escolta, ante la ausencia de Tadas Sedekerskis, ejerce de capitán, se muestra más comunicativo con sus compañeros, trata de levantarles el ánimo en los momentos delicados de los partidos y ha aumentado su esfuerzo en defensa, algo que el propio Pablo Laso agradeció de forma pública. “Estoy muy contento de cómo está defendiendo Markus Howard”, dijo el técnico gasteiztarra hace unas semanas.
Solo le falta mejorar sus porcentajes. Cuando llegue ese chispazo y coja la racha, el Baskonia y su afición podrán disfrutar de nuevo de un jugador diferencial y determinante. El killer.