El Baskonia logró la noche del viernes su segunda victoria de pretemporada en el examen frente al Mónaco que corresponde al primer choque del Torneo Costa del Sol. El conjunto dirigido por Pablo Laso, todavía en una fase embrionaria e inmerso en la ardua tarea de ajustar todas las piezas del engranaje, superó con solvencia a una dura piedra de toque como es la escuadra monegasca.
El Baskonia inició el encuentro con un quinteto formado por Kamar Baldwin, Luwawu-Cabarrot, Tadas Sedekerskis, Chima Moneke y Donta Hall, mezclando juventud y experiencia, pero marcado eso sí por la exuberancia física.
El equipo vitoriano fue el que mejor entró al partido puesto que logró una ventaja de 12-3 gracias a su fortaleza en el rebote y la fluidez en ataque. En concreto, Donta Hall inauguró el casillero tras adueñarse de una segunda acción y tanto Luwawu-Cabarrot como Kamar Baldwin dejaron huella en el primer asalto con diez y nueve puntos respectivamente. El Mónaco, por su parte, insistió sin éxito desde el tiro exterior y ello propició el tiempo muerto de Sasa Obradovic en busca de una reacción.
El conjunto dirigido por Pablo Laso se sintió cómodo en el primer cuarto. Los azulgranas se hicieron fuertes en la lucha por el rebote y también protagonizaron transiciones rápidas hacia el aro rival. Markus Howard, Savkov, Rogkavopoulos y Khalifa Diop sumaron minutos sobre el parqué malagueño. Este último, no en vano, se encontró ante una tarea exigente bajo los tableros ante Motiejunas, quien constituyó una amenaza desde el triple dada su versatilidad.
El segundo tiempo inició con un intercambio de golpes desde la línea de 6,75 metros. Un contexto que sirvió para ampliar las diferencias en un primer momento gracias a la precisa muñeca de Rogkavopoulos y el canterano Ousmane Ndiaye.
No obstante, el Baskonia tuvo más dificultades para ejecutar ataques de pocos segundos y el Mónaco se asentó con el desarrollo del partido. El músculo en el juego interior de Mam Jaiteh y Blossomgame hizo mella en los vitorianos. De hecho, los de Laso sufrieron tal sequía que la distancia de 12 puntos se redujo a tan solo tres. Eso sí, Moneke desatascó el bloqueo mental con una canasta a un minuto para el desenlace del segundo cuarto y el Baskonia abrió ligeramente la brecha ante un rival más crecido en su fase anotadora.
De más a menos
Una de las noticias más positivas del tercer cuarto se trató de los brotes verdes de Luwawu-Cabarrot. El galo se erigió como un todoterreno en ambos lados de la cancha. Además, el Baskonia recuperó la buena sintonía en la circulación del balón y redujo el potencial ofensivo de su rival gracias a la buena lectura en los cambios.
Fue tal la mejora en defensa, que los vitorianos ampliaron la ventaja hasta una máxima de 20 puntos. Además, la entrada de Howard, con cinco puntos consecutivos, brindó al Baskonia mayor amenaza desde el exterior.
El conjunto vitoriano llegó al epílogo con buena parte de los deberes hechos. No obstante, la inexplicable desconexión en el último cuarto redujo la distancia y el Mónaco volvió a estar al acecho de su presa. Eso sí, los de Laso, llevados en volandas por un Luwawu-Cabarrot imperial, gestionaron las últimas posesiones con oficio y buenas dosis de paciencia para certificar el segundo triunfo de pretemporada.