Thomas Heurtel ha roto su silencio en una jugosa entrevista con Cesare Milanti, periodista italiano de Eurohoops, en la que, además de dejar claro que quiere disponer de una nueva oportunidad para competir al más alto nivel en la Euroliga tras su salida del Zenit, ha tratado de lavar su imagen de jugador problemático y díscolo.
Tras salir por la puerta de atrás del Barcelona y Real Madrid, consciente de que para muchos equipos pesa ya más su presunto carácter conflictivo que su calidad, el exbaskonista intuye que no le lloverán las ofertas y, por eso, ha tratado de mostrarse como un jugador válido para cualquiera.
También precisa que aquella salida nocturna en Atenas junto a Yabusele y Thompkins antes de un partido de Euroliga ante el Panathinaikos es historia. “Nunca repetiré lo mismo que hice con el Madrid. La gente piensa en mí como si fuese un criminal, pero yo no creo que sea ni mala persona ni mal compañero. Esos dos episodios han repercutido en esta parte final de mi carrera deportiva”, lamenta el base francés, al que el Barcelona también dejó tirado en un aeropuerto de Estambul tras conocer que estaba negociando a sus espaldas con el Real Madrid.
En el centro de las polémicas
Esta caída en desgracia de Heurtel confirma el principal defecto que le ha perseguido a lo largo de toda su carrera: un carácter y un ego difícil de gestionar para cualquier entrenador y de aceptar por parte de sus compañeros.
Una personalidad explosiva que ha dejado al jugador en una posición muy delicada, a sus 35 años, para volver a tener una oportunidad en un equipo de primer nivel, si bien en el negocio del baloncesto cualquier cosa puede suceder.
“Estas dos historias en Barcelona y Madrid dañaron mi reputación de mala manera. No soy el mismo chico. No soy el mismo jugador. Siempre aprendemos de nuestros errores. Mi primera prioridad ahora es mi familia, luego el baloncesto y Dios. Creo que se puede aprender de los errores”, confiesa Heurtel.
El galo sostiene que “en Barcelona no hice nada mal y desde el primer día Saras no me quiso, aunque traté de hacerle cambiar de opinión los dos primeros meses y luego ocurrió lo de Estambul”. Y respecto a su paso por el Real Madrid reconoce que “es verdad que cometí ese error infantil de salir de noche antes de jugar contra el Panathinaikos, fue una mancha muy grande por mi parte”, aunque también aclara que “no creo que sea el único jugador de baloncesto que haya salido antes de un partido, y especialmente porque aquella noche no estaba solo”.