La llegada de Dusko Ivanovic ha sido una bendición para el Baskonia, que ha recuperado su carácter competitivo y ha escalado puestos tanto en la ACB como en la Euroliga gracias a su notable mejoría en el juego. Para ello, sin embargo, el técnico montenegrino ha tenido que recurrir a rotaciones más cortas que las que utilizaba Joan Peñarroya, con las que se asegura mantener a sus jugadores de confianza sobre el parqué, pero genera incertidumbre sobre cuál será el estado físico en el que estos lleguen al tramo decisivo de la temporada. 

Es cierto que en los primeros encuentros tras su llegada las numerosas bajas que arrastraba la plantilla no le dejaron más remedio que cargar de minutos a los pocos jugadores disponibles con los que contaba, pero ahora que vuelve a tener a su disposición convocatorias de 12 jugadores con la única ausencia de Nikos Rogkavopoulos, Ivanovic está insistiendo en la misma fórmula de utilizar rotaciones cortas.

Sedekerskis protege el balón de Robinson durante el encuentro de ayer Alex Larretxi

En estos momentos hay principalmente cuatro jugadores que se reparten la mayor parte de los minutos de la rotación, bien por su rendimiento, bien porque son del gusto del técnico montenegrino o bien por la ausencia de recambios de garantías en su posición: Codi Miller-McIntyre, Tadas Sedekerskis, Chima Moneke y Matt Costello. Todos ellos están disputando una media de más de 24 minutos por encuentro desde la llegada de Ivanovic y se están erigiendo como figuras clave de la reacción azulgrana en ambas competiciones.

Cuatro pilares

En el caso de Codi Miller-McIntyre, el base está promediando 28 minutos de media entre ACB y Euroliga, por lo que es el director de juego predilecto del preparador baskonista. Sus fantásticas dotes defensivas y su privilegiado físico lo convierten en la pieza ideal para el juego de Dusko Ivanovic, capaz de aportar intensidad y correr la cancha a toda velocidad cuando hay opción de contraataque. Chris Chiozza es quien disputa los minutos en los que Miller-McIntyre no está en cancha, ya que Nico Mannion, con solo tres participaciones bajo el mando de Dusko con una media de alrededor de 5 minutos por choque, apenas cuenta por ahora.

El ojo derecho de Dusko Ivanovic, en cualquier caso, es Tadas Sedekerskis, un hombre para todo, trabajador como el que más, y que se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva. El canterano azulgrana está disputando más de 33 minutos de media entre las dos competiciones, repartidos en el puesto de tres y de cuatro, sin que ello repercuta negativamente en su rendimiento. Su capacidad para defender a jugadores de distintas alturas en los cambios automáticos, sus cifras reboteadoras y su eficiencia ofensiva lo convierten en imprescindible para Dusko. Eso sí, aunque cuenta con un físico privilegiado, pocos jugadores son capaces de aguantar a este ritmo una temporada de como mínimo 68 partidos.

Otro de los jugadores que está acumulando mucho rodaje en sus piernas es Chima Moneke, que se encuentra en un estado de forma espectacular y pese a que habitualmente parte desde el banquillo está disputando más de 24 minutos de media desde la llegada de Dusko Ivanovic. Su estilo de juego un tanto anárquico hace que a veces el montenegrino se decante por enviarlo al banquillo para calmar los ánimos y que el equipo juegue con mayor paciencia, pero raramente prescinde del talento ofensivo y la energía que transmite al resto de compañeros cuando está en la cancha. El mejor ejemplo fue el duelo contra el Asvel: entró en el minuto tres del partido, no volvió a sentarse en los 37 siguientes y acabó con 19 puntos y 13 rebotes.

Matt Costello, por su parte, ha pasado de jugar como ala-pívot con Peñarroya a ser el cinco predilecto de Ivanovic, con quien está disputando casi 27 minutos por choque entre ACB y Euroliga. El técnico azulgrana ya dejó claro en etapas anteriores en Vitoria que le gustan los pívots móviles con capacidad para defender lejos de la pintura y amenazar desde el perímetro, algo que anteriormente acusaron Youssoupha Fall y Jekiri y ahora está afectando a Kotsar, que ha pasado de ser un imprescindible para Peñarroya a jugar poco más de 13 minutos de media con Dusko. Khalifa Diop, por quien el Baskonia pagó una cláusula de 700.000 euros en verano, solo ha jugado dos tramos de dos minutos ante el Valencia y el Barça.

Equidad en el ‘dos’

El puesto de escolta es en el que por el momento mejor está repartiendo el protagonismo Ivanovic, ya que confía por igual en Markus Howard y Vanja Marinkovic, ambos en promedios de alrededor de 25 minutos, cifras similares a los jugadores mencionados, con la diferencia de que tener una alternativa de garantías le permite gestionar mejor el reparto de esfuerzos. El primero le asegura puntos y desborde desde el bote en ataque, mientras que el segundo, sin ser tan anotador, aporta más centímetros, agresividad defensiva y amenaza exterior en tiros de catch & shoot.

Moneke, uno de los jugadores de confianza de Ivanovic, intenta anotar ante Steinbergs Alex Larretxi

Hasta el momento, las cortas rotaciones, algo de lo que ya ha hecho uso Ivanovic en etapas anteriores tanto en Vitoria como en otros clubes a lo largo de su carrera, le están dando buen resultado, aunque pueden causar que sus principales jugadores lleguen agotados al momento clave de la temporada. Eso sí, el técnico montenegrino siempre ha sido defensor de la teoría de que “el cansancio no existe”, ya que opina que “es algo mental”, y mientras esta fórmula siga permitiendo al Baskonia sumar victorias a su casillero es poco probable que renuncie a su filosofía.

En cualquier caso, sería de gran ayuda para el equipo que piezas que apenas están contando como Raieste, Diop, Mannion o, cuando regrese de su lesión, Rogkavopoulos, den un paso al frente y permitan al núcleo duro de Ivanovic coger algo de oxígeno.