El Baskonia disfrutó e hizo disfrutar al Buesa Arena con una cómoda victoria ante el Coviran Granada gracias a una extraordinaria exhibición anotadora comandada por Howard. No fue la mejor actuación defensiva del equipo, algo relajado y blando en el rebote, pero no fue necesaria en una tarde en la que bombardeó a su rival desde el perímetro, igualó su récord de triples con 19 y Howard estableció una nueva marca personal con diez dianas, el máximo histórico conseguido por un jugador con la elástica azulgrana.
El encuentro, en el que Ivanovic alineó a su quinteto inicial de confianza formado por Miller-McIntyre, Howard, Marinkovic, Sedekerskis y Kotsar, comenzó con un elevado ritmo anotador por parte de ambos conjuntos, con el Baskonia apoyándose en el acierto en su tiro exterior (6/7 en triples en el primer cuarto) y el Granada aprovechando por dentro las grietas de una defensa azulgrana más relajada que la planteada en el encuentro del viernes contra el Armani Milán.
Con este guión, el marcador se mantuvo igualado hasta que en los últimos minutos del parcial inicial Howard, bien escoltado por Marinkovic, arrancó la máquina de anotar y comenzó a distanciar a los locales a base de acciones de tres puntos, sumando 12 puntos para su equipo en ese primer cuarto que se cerró con una ventaja de 27-21 para el Baskonia gracias precisamente a tres tiros libres del escolta norteamericano.
Con Howard en el banquillo, fueron Costello y sobre todo Moneke quienes asumieron el peso del ataque local, añadiendo al excepcional acierto desde el triple del equipo canastas rápidas en transición. Con tal elevado ritmo de anotación, el cuadro gasteiztarra podría haber construido un amplio colchón mucho antes, pero su permisividad defensiva, especialmente en el rebote, facilitó que el Granada se mantuviera a una distancia incómoda.
El conjunto nazarí generó numerosas segundas oportunidades gracias a su mayor energía bajo el aro baskonista y se apoyó en los puntos de Kramer y Valtonen por fuera y de Felicio y Wiley por dentro para sobrevivir a la lluvia de triples azulgrana (10/13 al descanso). De hecho, llegó al tramo final de la primera parte a cinco puntos antes de que Miller-McIntyre, crecido por un espectacular tapón a Wiley, estirara la ventaja hasta el 52-44 al descanso.
Acelerón determinante
La segunda parte comenzó con el Granada decidido a recortar distancias y colocándose a sólo cuatro puntos (52-48), pero el Baskonia reaccionó inmediatamente con cinco triples consecutivos de Howard, Díez y Costello para recuperar los dobles dígitos de ventaja, algunos en situaciones liberadas facilitadas por los desajustes visitantes.
Desesperados al ver que el guión de la primera parte se repetía, los andaluces se precipitaron en varias acciones de ataque y los gasteiztarras castigaron a cancha abierta y se situaron en un pestañeo con una ventaja de 70-54 tras un contundente parcial de 18-6 que terminaría resultando definitivo para la victoria local.
Fue en ese momento en el que, a causa de una floja actuación de Theodore en la primera mitad, entró Chiozza, sin minutos en los recientes encuentros. Esa falta de competición, sin embargo, no se notó en el director de juego estadounidense, que repartió tres buenas asistencias para llegar al último cuarto con una máxima ventaja hasta entonces de 17 puntos (77-60).
Final tranquilo
En la reanudación, el Granada hizo un último intento de reengancharse al partido con un triple de Cheatham y una canasta de Dime (77-65), pero el Baskonia controló el partido sin dificultades y no se permitió ningún susto. Gracias a unos excelsos Howard y Moneke, a cinco minutos del desenlace la diferencia volvió a los 17 tantos, haciendo imposible la remontada visitante.
En ese tramo final, la emoción también la pusieron Moneke y Howard, el primero en lo negativo al tener que abandonar la cancha a causa de una torcedura de tobillo, y el segundo en lo positivo, ya que siguió engrosando su estadística personal y, además de igualar su máxima anotación de 37 puntos conseguida la semana pasada contra el Barcelona, batió su récord de triples al alcanzar las diez dianas, lo máximo logrado por un baskonista. Querejeta, con una asistencia a Costello en la última acción, puso la guinda a una tarde plácida con el 104-88 definitivo.
