4 puntos ante el Fenerbahce, 5 frente el Gran Canaria y 8 el pasado viernes contra el Alba. La valoración ante el cuadro turco fue negativa (-2) y se quedó en 0 frente al cuadro insular y la escuadra alemana.
Perdido. Sin noticias de Howard tras el regreso del parón. Pues bien, al cuarto partido, el compulsivo anotador azulgrana resucitó.
Un creyente como él volvió a la luz desde las tinieblas. Cuando peor estaba el 'killer' azulgrana resurgió de sus cenizas. Ante el Barça consiguió casi el triple de puntos que los firmados en la suma de los tres anteriores. Y es que si en los tres compromisos se quedó en 13, ante el cuadro catalán se fue hasta los 37.
El de New Jersey dispuso de dos lanzamientos triples para acabar con 40 pero no acabaron dentro.
Pese a esos dos postreros lanzamientos fallados, el partido ante el conjunto culé fue histórico para el compulsivo anotador azulgrana.
Y es que con los 37 puntos anotados, Markus Howard batió su récord anotador con el Baskonia. Hasta la fecha su tope estaba en los 35 puntos logrados ante el Asvel el 17 de noviembre de 2023 en Euroliga, mientras que en la ACB su mejor marca alcanzaba los 34 conseguidos frente al Gran Canaria el 11 de diciembre de 2022.
Soberbio. Y eso que le costó arrancar. Sus primeros dos puntos llegaron a falta de 1:51 minutos para el final. De nuevo no estaba siendo su día y tras cometer dos rápidas faltas y errar sus dos primeros triples, Dusko le sentó en el banquillo a los 3:38 minutos de partido. Parecía que su sequía se alargaría un cuarto partido más.
8 PUNTOS EN UN VISTO Y NO VISTO
Sin embargo, fue volver a entrar en la pista y comenzar a hacer diabluras. Howard fue el encargado de romper el mal inicio del Baskonia en el triple.
Y es que el cuadro azulgrana falló sus siete primeros intentos desde los 6,75 metros.
El conjunto baskonista acabaría ese primer cuarto con un pobre 18% desde el arco tras haber anotado tan solo 2 de los 11 lanzamientos, ambos de Howard, que sí que tuvo un porcentaje de acierto notable de tes puntos –50% (2/4)–.
Ahí comenzó su explosión. 8 puntos seguidos en un visto y no visto. Otros 8 metería en el segundo cuarto, en el que estuvo menos brillante -1/5 (20% en triples), 1/3 (33% en tiros de 2) y 3/3 (100% en libres)-. Era la antesala de lo que estaba por llegar.
Y es que en el tercer cuarto entró en trance. Fue ese jugador imparable que tan bien conoce el Buesa y en tan solo 4:53 minutos en pista destrozó a su rival con su acierto descomunal.
Parecía tocado por una varita mágica y no fallaría ninguno de sus lanzamientos de campo –1/1 en tiros de dos, 3/3 en triples, algunos acompañados con tiro adicional, y 3/4 en lanzamientos desde la personal, su único error- para acabar con 14 de los 32 puntos anotados por el Baskonia en ese tercer periodo. Maravilloso.
Al final, añadiría otros 7 puntos más para acabar con 37, los últimos tras un nuevo triple, el octavo de ¡¡¡22 intentos!!! y récord también de la ACB tras superar los 19 de Oscar Schmidt, con adicional tras recibir su séptima falta. Así cerró el partido (101-92) a 1:08 del final. El broche para un jugador que esta vez si fue el de siempre y se fue hasta los 27 de valoración. Al cuarto partido, resucitó.
