El pasado 22 de febrero, seis meses y 17 días después de anunciar que aparcaba su actividad profesional para cuidar de su salud mental, Ricky Rubio regresaba al baloncesto en el mismo equipo en el que lo había dejado, la selección española.

El base del Masnou salía así de un profundo abismo que le llevó a no querer saber nada del baloncesto. “He estado en la oscuridad”, no dudó en reconocer cuatro días después tras su presentación con el Barcelona.  

El carismático director de juego de 33 años, que el pasado 4 de enero cerró su etapa en la NBA tras doce temporadas, firmó el 6 de febrero un contrato hasta final de temporada con el Barça, con el que ya había comenzado a entrenar el 30 de enero. 

Sin prisa. El cuadro culé daría al jugador todo el tiempo necesario para volver a las canchas. Sería Ricky el que marcaría los ritmos y él que decidiera cuando volver.

Y así lo hizo. Regresó en el mismo sitio en el que lo había dejado, con la 'Familia' liderada desde el banquillo por Scariolo en el partido clasificatorio para el Eurobasket ante Letonia.

El genio catalán, pese a no estar aún en su plenitud, dio muestras de su talento. Ricky formó parte del quinteto titular y en una acción de pillo firmó su primera asistencia desde un saque de fondo.

Ricky volvía a jugar con la selección española 933 días después de su último partido oficial –en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio–, y dejó claro una vez más la calidad que atesora.

En los pocos minutos que estuvo en cancha, fue cuando la circulación de balón fluyó algo más. Además, el combinado español estuvo algo más activo en defensa, hasta el punto de forzar varias pérdidas letonas y acercarse en el marcador gracias a dos acciones defensivas de mérito de Ricky. Intenso. El Ricky de siempre ya daba pequeños chispazos.

EN EUROLIGA ANTE EL MÓNACO

Ahora faltaba verle con su club, el Barcelona, y no fue necesario esperar mucho más. El pasado 1 de marzo, el base formado en la Penya disputaría su primer partido con la escuadra de la Ciudad Condal al jugar 11:14 minutos ante el Mónaco. Rubio firmaría en su reestreno en la Euroliga 5 puntos con un 2/4 en tiros de 2, 0/1 en triples y 1/1 en libres, 2 rebotes y 1 asistencia para 4 créditos de valoración.

El Palau fue testigo del regreso del del Masnou a la máxima competición continental casi 13 años después de su último partido.

Y es que hay que remontarse hasta el 31 de marzo de 2011 para encontrar la última vez que Ricky Rubio había jugado en Euroliga, con motivo del cuarto partido de la serie de cuartos de final al mejor de cinco ante el Panathinaikos, que caería del lado de un conjunto heleno que se llevaría el título poco después.

DESCARTE EN ACB

Otro paso. Primero la selección española, después la Euroliga y el domingo pasado tocaba volver a la ACB. Sin embargo, Rubio fue el descarte de Grimau para el partido ante el Casademont Zaragoza y su regreso a la competición doméstica no se produjo como se esperaba.

Este pasado jueves volvió a la actividad ante el Valencia Basket en la Euroliga aportando 3 puntos, 2 rebotes y 4 asistencias en algo menos de 14 minutos en la Fonteta. Es decir, sigue acumulando poco a poco kilómetros en las piernas antes de que se vea su mejor versión.

Pues bien, si nada se tuerce, el Buesa Arena será testigo este domingo de la vuelta de Ricky Rubio a la ACB la friolera de 4.653 días después.

Más de 12 años, desde que un lejano 14 de junio de 2011 se impusiera al Bilbao Basket en el partido definitivo del torneo doméstico. Ricky cierra el círculo. Otro paso más en un camino, que ha sido muy duro.

Ricky Rubio trata de taponar a Warren, durante el primer partido de la final de la Liga ACB entre el Barça y el Bilbao Basket del curso 2010-11 Oscar Martínez

“Por tres meses, para mí el baloncesto había acabado para siempre, pero en el último mes y medio he trabajado para llegar a este punto. Espero ayudar a la gente que está pasando por este momento. He estado en la oscuridad, pero trabajando, y con la ayuda necesaria de profesionales, al final se sale”, explicó durante su presentación como jugador del Barça.

“Tras 18 años como profesional, me tenía que alejar del baloncesto. Pasé mucho miedo, pero era lo correcto”

Ricky Rubio - Jugador del Barcelona

Ese día agradeció a la escuadra catalana su disponibilidad para facilitarle el regreso a las pistas. “Lo que pedí no era fácil: entrar en club profesional a media temporada y pedir condiciones no habituales. Lo aceptaron en todo momento y por eso estamos aquí. El staff, la secretaría técnica y el vestuario me han entendido en todo momento”, explicó.

Una ayuda necesaria para volver a sentirse jugador, algo que meses atrás era contraproducente para él. Y es que el propio Ricky reconoció sufrir un “estrés crónico” que provocaba que su “organismo se desregulara”, algo que achacó a un factor interno. Una mentalidad que le había llevado a “jugar al alto nivel” pero que “no era sostenible”, y a otro externo, “la competición y el baloncesto” en sí mismos.

El base español Ricky Rubio (i) supera al base letón Kristers Zoriks durante el encuentro clasificatorio del Eurobasket 2025 disputado entre España y Letonia disputado este jueves en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada Javier Cebollada

El baloncesto le asfixiaba. “Tras 18 años como profesional, me tenía que alejar del baloncesto. Pasé mucho miedo, pero era lo correcto”. La culpa la tenía también su alto nivel de autoexigencia. 

Rubio reconoció que después el 1 de agosto se levantaba cada día pensando que el baloncesto “había acabado” para él.

“El jugador se comió a la persona, no sabía quién era. Tenía que dejar de lado al jugador, he ido trabajando a la persona”

Ricky Rubio - Jugador del Barcelona

“Nada me parecía bien. El jugador se comió a la persona, no sabía quién era. Tenía que dejar de lado al jugador, he ido trabajando a la persona. Empecé en el mundo profesional con 14 años y me construí de fuera a dentro, ahora me estoy construyendo de dentro hacia fuera. Cuesta mucho, pero es gratificante”, relató.

Ricky ya ha dejado atrás la oscuridad. El base está recuperando su idilio con el baloncesto y volviendo a sentirse jugador. Ahora trabaja para volver a su nivel, lo que permitirá al Barcelona dar un salto espectacular. Si entra definitivamente en la convocatoria de Grimau, el Buesa Arena será testigo esta tarde de un nuevo paso adelante del jugador.