El Baskonia sufrió antes del parón de dos semanas sin competición que afrontará ahora una dolorosa derrota que le complica enormemente su camino hacia el play off de la ACB. El Joventut, origen de las recientes pesadillas azulgranas, se llevó del Buesa Arena una valiosa victoria ante un cuadro gasteiztarra que pagó su mal arranque de partido y, aunque se mantuvo vivo hasta el final gracias a las individualidades de sus estrellas, estuvo en todo momento por detrás en el marcador y cayó por un triple de Andrés Feliz en el epílogo.
El duelo, en el que Ivanovic alineó de inicio a Miller-McIntyre, Howard, Raieste, Díez y Kotsar, comenzó de la peor manera posible para los alaveses, que entraron a la cancha tibios y se vieron superados por un Joventut mucho más activo y acertado. Con unos entonados Feliz, Vives y Tomic como protagonistas, los catalanes lograron en tres minutos una ventaja de 2-11 con la que forzaron un tempranero tiempo muerto de Ivanovic.
El montenegrino cambió su pareja exterior introduciendo a Theodore y Marinkovic, ajuste con el que los azulgranas lograron algo más de fluidez ofensiva y, ante su falta de acierto exterior, comenzar a sumar puntos bajo el aro con Kotsar y Raieste. Pese a que la Penya siguió encontrando grietas en la defensa local con varias puertas atrás, la irrupción de Moneke con siete puntos en el epílogo del primer cuarto redujo la brecha (18-22).
En la reanudación, sin embargo, el Baskonia no encontró más recursos ofensivos que esas acciones individuales de Moneke, que no fueron suficientes para compensar las lagunas defensivas de los gasteiztarras. Jóvenes como Ruzic o Kraag encontraron excesivas facilidades para anotar mientras los locales estrellaban una y otra vez el balón en el hierro desde el perímetro, por lo que el Joventut fue progresivamente poniendo tierra de por medio hasta establecer una preocupante ventaja de 24-39 que obligó a Ivanovic a parar el choque.
Tras el toque de atención del montenegrino, el equipo mejoró ligeramente en los últimos tres minutos de la primera parte. Se mantuvo a flote gracias al rebote ofensivo y con la aparición de Howard, autor de los ocho últimos puntos azulgranas del segundo cuarto, el Baskonia logró llegar al descanso con mejores sensaciones (36-43).
Siempre a remolque
Los gasteiztarras, y en concreto Howard, no soltaron el pie del acelerador al regreso de vestuarios. El escolta norteamericano, acompañado de los hombres de confianza de Dusko, siguió pidiendo el balón y asumiendo galones en ataque hasta situarse a sólo dos puntos (43-45), cerrando así un parcial de 19-6 favorable a los locales.
Eso sí, aunque el Baskonia estuvo en varias ocasiones cerca de darle la vuelta al marcador e incluso se puso a un punto con el 49-50 tras técnica de Carles Durán, el Joventut siempre tuvo respuesta, primero con un triple de Feliz y después con otro de Brodziansky. El 51-58 obra de Cook fue un jarro de agua fría para los alaveses, pero más aún la siguiente acción, en la que un choque entre Howard y Moneke forzó a los dos a dejar la cancha, el primero con molestias en el tobillo y el segundo, que fue directo al vestuario para ser vendado, en la rodilla (min. 28).
En ese escenario y con un 55-64 en el marcador tras una canasta del insaciable Tomic, se llegó al cuarto decisivo, en el que las opciones locales parecían escasas con todo lo ocurrido. Sin embargo, una vez más la inquebrantable fe azulgrana hizo acto de presencia. Costello, inédito hasta entonces, revitalizó a su equipo con dos triples, que sumados a dos despistes defensivos del Joventut dieron esperanzas a los vitorianos al recortar la desventaja a cinco puntos.
Los ánimos crecieron aún más cuando Moneke en un esfuerzo heroico, regresó a la cancha vendado a cinco minutos del final. Costello siguió rascando puntos –anotó 12 en el último cuarto–, Howard se sumó al intento de remontada con un triple y Moneke, como si el partido estuviera guionizado, igualó el choque por primera vez desde el pitido inicial (78-78). Pese a ello, el choque aún deparaba un último giro dramático para los gasteiztarras, ya que acto y seguido llegó un gran triple de Andrés Feliz a un minuto del final que, aunque Raieste, Howard y Moneke tuvieron la oportunidad de replicar, terminó decidiendo el partido del lado visitante.
