El Baskonia dejó escapar una gran oportunidad de conseguir una victoria en cancha de un Barcelona que, tras llegar a verse con once puntos de desventaja en el último cuarto, cogió a contrapié a los alaveses con un quinteto de muchos centímetros al que los visitantes no fueron capaz de dar respuesta. Después de un brillante tercer cuarto, los visitantes se diluyeron en el epílogo y permitieron crecerse a un Barça que le dio la vuelta liderado por un imparable Vesely.
Los primeros minutos del encuentro, en el que el Ivanovic introdujo a Howard y a Costello como novedades en el quinteto inicial junto a Miller-McIntyre, Raieste y Sedekerskis, destacaron por el alto acierto exterior de ambos equipos. Precisamente fueron las dos sorpresas de la alineación alavesa, Howard y Costello, quienes se encargaron de anotar los primeros cuatro triples baskonistas, mientras el Barça, con las importantes bajas de última hora de Da Silva y Jokubaitis, se encontró también cómodo en ese intercambio de golpes. Ninguno de los dos conjuntos logró distanciarse en los primeros diez minutos, que terminaron con dos grandes acciones de Miller-McIntyre y un mate de Diop a pase del propio Codi que puso el 24-23 en el marcador.
Esa igualdad del primer cuarto comenzó a romperse en el segundo, que arrancó con un parcial de 7-0 favorable al Barcelona facilitado por los errores baskonistas y la presión en cancha contraria de los catalanes. La primera canasta vitoriana no llegó hasta el tercer minuto con una acción forzada de Chiozza (31-25), y tras ello el partido se convirtió en un monólogo de Willy Hernangómez, que campó a sus anchas en la pintura ante la floja defensa interior visitante con ocho tantos seguidos para su equipo, pero también concedió puntos al Baskonia bajo el aro. Vesely y Parker tomaron su relevo y siguieron sacando partido de las grietas interiores de los gasteiztarras, que pese a su inconsistencia en sus ataques en estático se las ingeniaron para ir haciendo la goma y llegar al término de la primera parte a solo cinco puntos (47-42) gracias a un explosivo mate de Miller-McIntyre sobre la bocina en la última posesión.
Reacción y hundimiento
Realizó ajustes el Baskonia en el descanso, ya que al regreso de vestuarios salió con las ideas más claras, intenso y más concentrado que el Barcelona. Los alaveses movieron mejor el balón, igualaron el choque nada más empezar la segunda parte con un triple de Costello y una bandeja de Howard, y pese a que respondió Parra con un triple, lograron adelantarse en el marcador (51-55). Intentó reaccionar Grimau devolviendo a Willy Hernangómez, el mejor de la primera mitad, a cancha, pero el Baskonia siguió demostrando estar más fresco de ideas y de piernas. Con un quinteto pequeño con Howard y Marinkovic compartiendo cancha, Sedekerskis de cuatro y Kotsar como pívot, Miller-McIntyre manejó el partido con maestría y nutrió con asistencias a Howard y Kotsar para cerrar él mismo el cuarto con un triple algo afortunado que puso el 62-68 en el electrónico.
Moneke, que apenas jugó en el tercer cuarto, dio una inyección de energía a su equipo en el comienzo del cuarto decisivo, haciendo daño con sus penetraciones y logrando estirar la renta visitante hasta una máxima de 62-73. Eso sí, un error del propio interior nigeriano al cometer una falta en el rebote sobre Vesely mientras Parker anotaba un triple desde la esquina permitió al Barça, con otra diana de Parra, anotar seis puntos en la misma posesión y volver a meterse en el partido con el 68-73.
El quinteto de muchos centímetros con Kalinic como escolta que tan buen resultado le dio a Grimau en el Clásico le volvió a funcionar a las mil maravillas al Barcelona, que recortó distancias a base de elevar su agresividad defensiva, asegurar el rebote, cargar el juego por dentro y castigar desde las esquinas hasta llegar a igualar el choque (78-78) a cuatro minutos y medio del final. Sacó su orgullo el Baskonia con una canasta de Tadas y otra de Marinkovic en transición, pero la maquinaria culé ya estaba en marcha y pasó por encima de su rival en los últimos minutos en los que los alaveses colapsaron en ataque. Vesely, aprovechando los espacios generados por Parker en la esquina, estuvo intratable bajo el aro gasteiztarra recogiendo rebotes y anotando sin piedad ante la tibia defensa de Costello y colocó el 86-82 a medio minuto del final. Howard dio esperanzas con uno de sus triples imposibles (86-85), pero cometió una obligada quinta falta en la acción posterior, Parra anotó los tiros libres y tuvo que ser Moneke quien se jugara sin éxito el último triple.