La soledad de Codi. Sí, así es. El base azulgrana no encuentra aliados en la dirección y debe pegarse auténticas palizas en pista partido tras partido. Buena prueba de ello es lo sucedido en el Olimpic de Badalona.

Y es que la principal y casi única referencia en la dirección azulgrana estuvo frente al Joventut la friolera de 36:36 minutos. Muchos, pero necesarios. Y es que el director de juego de Carolina del Norte no tiene un relevo fiable que supla sus ausencias. 

Por eso, Ivanovic echa mano de él todo lo que puede y le mantiene en pista el máximo tiempo posible. Sus descansos se notan. Demasiado. Así sucedió cuando coincidieron en pista Nico Mannion y Chris Chiozza en el inicio del segundo cuarto.

Chiozza, que acabó con -3 de valoración, trata de superar la defensa de Vives DAVID GRAU LLINARES

Parcial de 10-2 en 3:15 minutos

El Baskonia, que acabó los primeros diez minutos dominando por 19-22, encajó un parcial de 10-2 en tan solo 3:15 sin Miller-McIntyre en pista.

El bajón del cuadro gasteiztarra fue tremendo. En esos minutos se vio a un equipo lento, sin ideas en ataque, abusando del bote y desperdiciando ataque tras ataque con alguna que otra pérdida infantil y sin la solidez necesaria para contener al Joventut.  

Un agujero negro. Sin punch en el exterior y con dos jugadores señalados, en este caso Chiozza y Mannion. Ambos sin la confianza de Dusko. Buena prueba de ello es que el preparador balcánico, ante el irregular día de Marinkovic, cuando decidió sentar al escolta serbio no echó mano ni de uno ni de otro para actuar de dos pese a que el ítalo-estadounidense suele actuar en esa posición.

Mannion sufre para defender al exbaskonista Pau Ribas DAVID GRAU LLINARES

Un quinteto inusual

El de Bjelo Polje apostó por un inusual quinteto con hombres altos formado por Miller McIntyre en el puesto de base, y teniendo como exteriores a Dani Díez y Sedekerskis y en la pintura a Moneke y Costello.

Encaje de bolillos con tal de no tener en pista a Chiozza que acabaría el partido con tan solo esos 3:15 minutos que disputó al inicio del segundo cuarto ni a Mannion, que pese a que jugaría algo más poco después junto a Miller McIntyre, tampoco es que fuera de gran ayuda.

De hecho, ambos fueron más un lastre que otra cosa. En un día en que se echó de menos a Howard por sus molestias de espalda, Mannion cometió muchos despistes defensivos, se quedó en los bloqueos, estuvo fallón en el tiro –1/5 (20%) en triples–, tuvo pérdidas infantiles subiendo el balón y, salvó un par de asistencias de mérito, restó más que sumó. 

Chiozza tampoco. Sus estadísticas así lo confirman. Entre ambos, tan solo sumaron un punto positivo de valoración, con un +4 para el ex de la Virtus y un -3 para el ex del Murcia, que acabó el partido con un triple fallado, dos pérdidas y un -8 en el +/-.

Peor en este aspecto estuvo incluso Mannion, que finalizó el duelo tras sus 14:58 minutos con un -11. Al menos, este sí que manchó su estadística ligeramente de forma positiva tras anotar 5 puntos, coger 3 rebotes, dar otras tantas asistencias y perder 2 balones. Demasiado poco. Lo dicho, faltó punch exterior sin Howard.