Matt Costello volvió a ser ayer el Matt Costello de la pasada temporada. El interior azulgrana, desaparecido hasta ahora en este inicio de curso, regresó por sus fueros. El jugador con pasaporte de Costa de Marfil jugó el mejor partido en lo que va de temporada. Es más, fue todo un partidazo.
Un multiusos una vez más. Como si de una navaja suiza se tratara, Matt Costello tenía recursos para todo.
Su intensidad en defensa le permitía contener a los postes del Gran Canaria. Se empleó con energía y esfuerzo durante un partido en el que llegó a completar los 20 minutos de la segunda parte de forma continuada por la decisión técnica de Ivanovic de mantener sentado a Kotsar tras la salida de los vestuarios.
También recuperó la friolera de tres balones e incluso se adornó con un tapón.
Todo un titán. Generoso en el esfuerzo pese a la paliza que se metió entre pecho y espalda. No se guardó nada. Además, acompañó su esfuerzo atrás con su acierto en ataque. Inspirado. Y eso que comenzó con cierta timidez.
Pese a su notable acierto, Costello no acaparó mucho protagonismo en los 10:20 minutos que estuvo en pista durante esa primera mitad.
El de Michigan acabaría con 8 puntos con una excelente carta de tiro –1/1 en tiros de 2 y 2/3 en triples–, lo que unido a sus dos rebotes, una asistencias, un tapón y dos recuperaciones hasta el descanso, le permitieron llegar como el jugador más valorado del Baskonia con 14 puntos en este apartado estadístico durante los primeros 20 minutos.
Tercer cuarto sobresaliente
Fue un día notable. Sin embargo, lo mejor de su estelar actuación llegaría tras el paso por los vestuarios. En los 10 minutos siguientes volvería a hacer otros 14 puntos de valoración gracias a una actuación casi perfecta en la que anotó 12 puntos con un pleno en tiros de 2 (1/1) y en libres (4/4) y un excelente 66% en triples (2/3), además de robar un balón y forzar dos faltas.
Pico y pala. Como un martillo pilón. Siempre tratando de hacer daño. Contundente atrás y apareciendo en ataque para tratar de echarse al equipo a la espalda en busca de una remontada que no llegaría. Un esfuerzo titánico, eso sí, sin premio final.
Más de 30 minutos en pista, los últimos 20 sin descanso, en los que acabaría con 25 puntos, su mejor anotación de un curso en el que promediaba 6,1 habiendo sido su tope esta temporada los 11 logrados ante el Granada y el Andorra, 5 rebotes, también su mejor registro igualado con el choque de Zaragoza, una asistencia, tres robos, los primeros del actual ejercicio para una valoración final de 33. Con mucho su récord de esta campaña en la que no se le había visto.
Buena prueba de ello, es que hasta la fecha su promedio en valoración estaba en unos raquíticos 5,5 puntos, 28 menos que los logrados ante el Gran Canaria, encuentro en el que regresó la mejor versión de Matt Costello.