La Euroliga regresó 183 días después con un clásico del baloncesto como es un Baskonia-Real Madrid. El Buesa Arena se convirtió en una caldera minutos antes de la presentación del equipo de Peñarroya, que recibió el incansable aliento de su afición durante el duelo ante el vigente campeón de la máxima competición continental.
La presentación del conjunto blanco incrementó por sí sóla los decibelios del feudo de Zurbano, pues Guerschon Yabusele se llevó una sonora pitada por su historial de actuaciones en los duelos ante el Baskonia. Posteriormente llegó el espectáculo de acrobacias, donde cuatro especialistas treparon por las esquinas de la cancha acompañados por una música que tiñó de épica el duelo continental.
Tras lanzar el balón al aire, el Buesa Arena no dejó de alentar en busca del primer triunfo del curso en Euroliga. La casa del Baskonia fue una auténtica olla a presión que se hizo notar durante todo el partido. Y es que la marea baskonista dio el do de pecho en cada acción defensiva protagonizada por los pupilos de Peñarroya, quienes fueron llevados en volandas por los más de 14.000 espectadores congregados en el feudo de Zurbano.
