La plantilla del Baskonia ha recibido durante la tarde de hoy, jueves, el incansable aliento del baskonismo para afrontar el comienzo de la temporada –previsto este domingo (17.00 horas) en Lugo ante el Río Breogán de Veljko Mrsic– con la moral fortalecida. 

En un acto programado por el club como antesala del pistoletazo de salida y que ya vivió otro capítulo en el mismo lugar este mismo verano al poco de gestarse la dolorosa eliminación ante el Joventut, todos los jugadores y el propio Joan Peñarroya se dieron un baño de masas en una abarrotada tienda Baskonia Alavés Store con motivo del reparto de firmas y las fotografías de rigor. Una vez más, volvió a demostrarse la excelente sinergia que se respira entre el equipo y sus fieles aficionados. 

El evento, que arrancó más tarde de las 18.30 horas previstas inicialmente, fue aglutinando a una marea de seguidores del Baskonia en los aledaños de la tienda incluso una hora antes de que comenzase. Con el objetivo de amenizar la espera, la mascota Aker se acercó a los más txikis para ir transmitiendo de generación en generación la pasión por el conjunto vitoriano. 

A la cita en el establecimiento ubicado la calle General Álava acudieron aficionados de todas las edades, quienes se mostraron especialmente ilusionados por fotografiarse con los nuevos rostros del Baskonia –Nico Mannion, Codi Miller-McIntyre, Nikos Rogkavopoulos, Moneke y Khalifa Diop– y también los integrantes de la vieja guardia.

Entre los más aclamados se encontraron jugadores como Markus Howard y Chima Moneke, quienes encarnan el carisma y el desparpajo del vestuario azulgrana. Los últimos en incorporarse a la dinámica del equipo como Tadas Sedekerskis y Vanja Marinkovic también recibieron un caluroso apoyo por parte de los suyos. Especialmente el escolta serbio, que se colgó la medalla de plata en el reciente Mundial tras la derrota ante Alemania en la gran final.

Sensaciones positivas

Durante la entrega de autógrafos e inevitablemente aún con los nervios a flor de piel, los seguidores del Baskonia comentaron entre ellos sus sensaciones acerca del apasionante comienzo de campaña que le aguarda al cuadro vitoriano. 

Otros muchos aficionados también repasaron el mercado de fichajes realizado por la entidad de Zurbano, pendiente eso sí todavía de concretar una cara nueva en la dirección. La satisfacción entre los baskonistas que se acercaron a la tienda fue notoria, pues casi todos coincidieron en que esta nueva temporada el equipo “tiene que aspirar a algún título”

Y es que el Baskonia no pone freno a su ambición y aspira a grandes logros pese a la tradicional hegemonía del Real Madrid y Barcelona, que en esta ocasión vuelven a partir como favoritos. Después de que la pasada campaña rozase la clasificación para los play off de la Euroliga, la escuadra de Peñarroya quiere dar este año un paso más tras añadir buenos dosis de fortaleza y músculo a su cuerda interior. “Los fichajes como Khalifa Diop y Chima Moneke nos tienen que aportar mucho desde el principio”, auguraban en la fila de espera a los autógrafos. 

oleada baskonista Tan pronto como el autobús del Baskonia llegó a las inmediaciones de la tienda, la marea baskonista elevó los decibelios y dispensó un caluroso recibimiento al equipo. En este sentido, jugadores como Matt Costello, Markus Howard y Chima Moneke se encargaron de poner los dientes largos al personal tras acercarse a los más jóvenes, que no dejaron pasar la oportunidad para fotografiarse con sus ídolos.

 Cabe destacar que toda la afición que acudió al evento tuvo el tiempo suficiente para recoger las firmas y, también, fotografiarse con los integrantes de la plantilla baskonista, quienes dispusieron de un enorme taco de autógrafos para entregar encima de las mesas habilitadas. Con tal de mantener un ritmo adecuado, la afición fue entrando en varios grupos de manera orquestada hacia la planta baja de la tienda, donde esperaban con los brazos abiertos y una sonrisa todos los componentes del Baskonia. 

Así pues, el multitudinario evento discurrió tal y como estaba previsto en la Baskonia Alavés Store, que acogió durante cerca de dos horas a un interminable goteo de seguidores del Baskonia hambrientos de estar cerca de sus ídolos.