Da la sensación de que no necesita hacer mucho este Baskonia para alcanzar altas anotaciones. A la escuadra azulgrana se le caen los puntos de las manos. Un día más, la tropa de Peñarroya dio un auténtico recital ofensivo. Otro festival anotador, aunque esta vez no se pudo superar la centena de puntos.
Un Baskonia con mayor rigor defensivo y algo de menos acierto desde el triple que en el primer amistoso ante el Zunder Palencia arrolló a un mermado Zaragoza en otra exhibición ofensiva de todo el equipo. Un triunfo coral por un contundente 93-77, fiel reflejo de la superioridad de la escuadra baskonista.
Sin el brillo del duelo del pasado viernes, con un ritmo más lento y sin el acierto descomunal del triple, el Baskonia fue capaz de poner tierra de por medio ya para el descanso gracias a la genial batuta de Mannion, al esfuerzo defensivo de Miller-McIntyre y la intensidad de un Moneke que se multiplicaba para aportar tanto en defensa como en ataque.
Un 36% de tres al descanso
La tropa de Peñarroya no estuvo esta vez tan inspirada desde los 6,75 metros. Y es que si ante el Zunder Palencia superó el 50% desde más allá del arco, en esta ocasión presentaba un correcto 36% al descanso. Sin embargo, pese a tener un acierto menor, la calidad de la plantilla baskonista fue más que suficiente para superar a un rival mermado por culpa de sus bajas.
Además, de vez en cuando aparecieron los fogonazos de los jugadores azulgranas para echar por tierra los acercamientos de un Zaragoza que pese a su inferioridad física y de calidad plantó pelea durante varias fases del partido.
Y es que este Baskonia tiene un arsenal muy variado en ataque. Rogkavopoulos es un rápido ejecutor desde el triple. Veloz a la hora de armar el brazo y con un notable acierto dejó buenas muestras de su calidad pese a llevar tan solo un par de días de entrenamientos con sus compañeros.
Los buenos no necesitan mucho tiempo para acoplarse al equipo y conocer los sistemas. Brillan. Como lo hicieron Mannion y Moneke en los minutos finales de la primera parte. La calidad del italiano para buscarse sus canastas, entre ellas un triple, la del nigeriano, que llegó al descanso con 12 puntos, y el acierto del alero griego que anotó su segundo triple de tres intentos en esa primera mitad fueron suficientes para romper el partido.
Y es que de un igualado 40-36 se pasó a un 50-40 en un visto y no visto justo antes del descanso. Partido encarrilado tras ese parcial de 10-4. Pues bien, este Baskonia subió su intensidad atrás en el inicio de la segunda mitad para terminar de romper el partido.
Parcial de 20-8 en 7'
Una mayor actividad defensiva permitió cortocircuitar a un Casademont incapaz de superar las agresivas líneas defensivas del Baskonia. Un parcial de 20-8 en siete minutos elevó la renta hasta los 22 puntos (70-48) a falta de doce minutos y dejó el duelo visto para sentencia. Dos triples consecutivos de Costello elevaron la renta hasta los 26 puntos (76-50) y dejaron ya el partido roto poco antes del final del tercer cuarto.
El Baskonia, que no había tenido un buen día hasta el descanso desde los 6,75 metros (6/16) recuperó la puntería tras el paso por el vestuario y con un 50% (3/6) en este tercer cuarto acabó por sentenciar el duelo gracias a un parcial de 26-14.
El 76-54 con el que se llegó a los últimos diez minutos era fiel reflejo de la superioridad azulgrana. Ya tan solo faltaba conocer qué haría la tropa de Peñarroya en ese último cuarto. ¿Mantendría su intensidad y volvería a superar la barrera de los 100 puntos o con el duelo sentenciado se dejaría llevar?
Pues bien, esta vez no hubo palomitas ya que no se superó la barrera de los 100 puntos, ni ningún jugador debió pagar las pizzas al no rebasar esta mágica cifra. Y es que el Baskonia, aunque sin dejarse llevar, tampoco es que pisara a fondo el acelerador lo que aprovechó su rival para maquillar el marcador en los minutos finales. Lo que apuntaba a paliza al tercer cuarto acabó en una cómoda victoria tras esa relajación final que provocó que el Baskonia perdiera ese intrascente último cuarto por 17-23. Fue lo de menos. Las sensaciones fueron buenas. Los festivales continúan.