El Baskonia camina con paso firme en el proceso de recomponer su plantilla de cara al próximo curso. El conjunto vitoriano, acostumbrado a cambiar muchas fichas durante todos los mercados estivales con independencia de los resultados, ha concretado los primeros movimientos con tal de dotar a la plantilla de los argumentos demandados para competir en las tres competiciones. 

Los nombres de Khalifa Diop, Nico Mannion y Nikos Rogkavopoulos serán las primeras incorporaciones para la escuadra que estará capitaneada por Joan Peñarroya, quien sumará su segunda campaña al frente del proyecto azulgrana tras varias semanas de incertidumbre respecto a su situación contractual.

Estos tres jugadores reúnen un perfil muy similar que es de sobra conocido por Alfredo Salazar. Son piezas jóvenes por pulir, que en el Baskonia pueden lograr el protagonismo deseado consagrándose en la Euroliga y, además, llegan a Vitoria para ocupar demarcaciones que necesitan savia fresca. 

El juego interior azulgrana, el eslabón más débil de los de Peñarroya durante el último curso, se fortalecerá con creces tras la llegada de Khalifa Diop. La apuesta por la perla del Gran Canaria, al que el club tiene atado tras acordar todos los términos para su llegada mediante el pago de la cláusula de rescisión, debe suponer un salto de calidad para un Baskonia que, en este caso, ha decidido acometer una ambiciosa operación económica pocas veces vista en su historia más reciente. El atlético cinco senegalés, cuyos derechos en la NBA pertenecen a los Cleveland Cavaliers, se postula como un complemento de garantías para Kotsar. 

Rogkavopoulos durante un partido con la selección de Grecia FIBA

Polivalencia helena

Otro de los fichajes que el conjunto de Zurbano tiene apalabrado es el de Nikos Rogkavopoulos. El alero griego, de 21 años de edad, destaca por su polivalencia sobre el parqué. Luis Casimiro, el técnico español que dirigió al futurible azulgrana durante su etapa en el Promitheas, lo describió como un “tres y dos y medio que puede jugar puntualmente de cuatro”. Y es que sus 2,02 metros de estatura, la capacidad para rebotear y el tiro de larga distancia avalan a Rogkavopoulos como un descubrimiento por parte de la dirección deportiva. Aunque es un jugador poco conocido tras proceder del Merkezefendi turco, se confía en una buena adaptación para que sume desde el primer momento. 

Nico Mannion durante un partido con la Virtus David Grau

Nico Mannion será, a priori, otro refuerzo de campanillas para la dirección de juego, donde Darius Thompson estuvo demasiado solo al final de la pasada temporada tras la inesperada salida de Pierria Henry.  El base italiano, de 22 años y 1,91 metros de estatura, es otro jugador de proyección que tiene margen de mejora en el Baskonia.

Tras su último año en la Virtus, donde ha asumido un papel secundario debido a la presencia de jugadores como Teodosic, Hackett o Pajola, el de Siena necesita recuperar el protagonismo para exprimir al máximo sus cualidades.

Futuro incierto

En el apartado de jugadores con un futuro incierto, los nombres que suscitan el interés de los grandes equipos europeos son Darius Thompson, Matt Costello y Vanja Marinkovic. No en vano, el base nacionalizado italiano y el pívot de Michigan han sido los jugadores mejor valorados del Baskonia durante este curso y, por tanto, son piezas cotizadas que pueden dejar dinero en las arcas del Buesa Arena

En el caso de Thompson, su salida solo se dará en caso de que algún club pague íntegramente su cláusula y le ofrezca un gran contrato para que su marcha le resulte rentable. En cuanto a Costello, se encuentra a las puertas de su tercer y último año de contrato como azulgrana, donde sus emolumentos crecen, y el Baskonia no renuncia a hacer caja por un jugador que está en el radar del Maccabi para sustituir a Poythress. 

En el caso de Marinkovic, el Baskonia dispone de una opción para que el escolta serbio cumpla un tercer año en Vitoria. Sin embargo, su continuidad tampoco es una certeza dado que medios serbios han apuntado el interés del Partizan de Zeljko Obradovic por sus servicios para relevar a Danilo Andjusic. 

Con la llegada de Khalifa Diop, que tiene la etiqueta de cupo de formación, el Baskonia también se quita un peso importante a la hora de cumplir la legislación vigente en la ACB. Los jugadores de formación que tienen contrato en vigor son Sedekerskis y Raieste, a los que se suma Dani Díez, cuya renovación también está apalabrada. Quien acaba contrato este 30 de junio es Arturs Kurucs, cuyo futuro aún no está resuelto. 

Además, persiste la duda sobre otra pieza capital como Rokas Giedraitis, quien también finaliza contrato y valora otras opciones para seguir su carrera lejos de Vitoria. Con todo, parte de la espina dorsal del Baskonia está concluida con dos meses de antelación para que comience el campeonato doméstico. Los fichajes, aún por confirmar, de Khalifa Diop, Nico Mannion y Nikos Rogkavopoulos perfilan un equipo joven, hambriento y más físico que tratará de redimirse del decepcionante final de la pasada temporada.