Tras una semana complicada con la decepción de quedarse fuera del play off de la Euroliga y la derrota ante el Tenerife, el Baskonia encontró consuelo en el Buesa Arena, donde además de regresar a la senda de la victoria con un festival anotador logró vengarse del pinchazo sufrido en la primera vuelta en cancha del Obradoiro. Los alaveses fueron un torbellino en el inicio del encuentro, impusieron un tono físico que los gallegos no fueron capaces de igualar y, además, se sirvieron de su acierto exterior para gozar de una renta de 34-9 al final de los primeros diez minutos que supieron gestionar después sin demasiados problemas.
El conjunto gasteiztarra, que fue a por todas desde el principio con su quinteto de gala formado por Thompson, Marinkovic, Giedraitis, Hommes y Kotsar, pasó por encima del Obradoiro durante los primeros minutos del encuentro, en los que los gasteiztarras, liderados por un inspirado Thompson –11 puntos en los 5 minutos iniciales–, evidenciaron su superioridad física y su mayor costumbre a la hora de jugar más de un partido por semana. Superado el ecuador del primer cuarto, el Baskonia se situó con una importante ventaja de 21-4 con un triple de Heidegger, que tomó el relevo de Thompson en la faceta anotadora e incluso logró mejorar sus cifras y estirar aún más la renta local, mientras el Obradoiro se empeñaba en lanzar desde fuera sin conseguir ver el aro.
El base con nacionalidad israelí entró en calor con su primera diana y siguió bombardeando a los gallegos con tres triples más y un total de 14 puntos en ese primer cuarto que se cerró con una renta de 25 tantos (34-9) que dejó el choque bastante encarrilado para los azulgranas. En la reanudación, dos triples de Walker y Vicedo despertaron de su letargo al Obradoiro, forzando a Peñarroya a pedir tiempo muerto para que su equipo no se relajara. Llegó entonces la respuesta de Dani Díez, que dio continuidad al festival de triples sumando tres a su casillero que permitieron a los locales recuperar esa ventaja de 25 puntos. El Obradoiro, por su parte, encontró al fin cierta fluidez ofensiva, primero con los puntos del joven Blazevic en la pintura y después con la irrupción de su anotador Kassius Robertson, que con su acierto desde el perímetro ayudó a reducir distancias y colaboró a que los hombres de Moncho Fernández sumaran 31 puntos en el segundo cuarto tras haberse quedado en 9 en el primero. En cualquier caso, al descanso el marcador todavía era cómodo para el Baskonia con el 58-40.
Pequeño susto
No se le enfrió la muñeca en el paso por vestuarios a Robertson, que comenzó la segunda parte tan encendido como la primera. El escolta estadounidense, perseguido sin éxito por Marinkovic, sumó tres triples más a su estadística en el inicio del tercer cuarto y obligó a Peñarroya a cambiar su defensor y emparejarlo con Raieste. El ajuste ralentizó el ritmo anotador del norteamericano, pero no el del Obradoiro, que también subió una marcha en defensa y logró bajar de la barrera psicológica de los diez puntos de diferencia con un triple de Suárez en el minuto 26 de partido (65-57). Fue entonces cuando el Baskonia, quizá al haberle visto las orejas al lobo, retomó el pulso al partido y con la siempre fiable pareja Thompson-Kotsar puso freno a la sangría. Con la conexión entre base y pívot registró un parcial de 13-6 que le permitió recuperar una renta cómoda de 15 puntos para afrontar el cuarto decisivo, que se convirtieron en 20 con un triple de Howard y una canasta de Thompson nada más comenzar los últimos diez minutos.
A partir de ahí el duelo se convirtió en un ida y vuelta en el que ambos equipos se fueron intercambiando golpes mientras dejaban que el cronómetro avanzara. De hecho, uno de los principales atractivos de los últimos compases fue ver como Robertson continuaba con su recital anotador y registraba su máxima puntuación en la ACB alcanzando los 44 puntos, arrancando además una merecida ovación del Buesa Arena cuando se retiró al banquillo. La diferencia, en cualquier caso, se movió en todo momento alrededor de los 20 tantos y el Obradoiro se empeñó en disputar hasta la última posesión con tiempos muertos que no hicieron demasiado gracia a los locales. Al final, el Baskonia logró alcanzar los 100 puntos por octava vez en esta ACB y se mantiene en lo alto de la clasificación.