No pudo ser. El Baskonia no fue capaz de poner en El Pireo la guinda a una fantástica temporada en la Euroliga y solo una complicada victoria del Bayern contra el Zalgiris impedirá que el club gasteiztarra quede en la última jornada fuera de un play off en el que se ha mantenido desde el inicio de la competición. Los nervios, la inexperiencia y el miedo escénico volvieron a jugar una mala pasada a los azulgranas, que solo tuvieron a Howard en su mejor versión y quedaron empequeñecidos por el líder, que no necesitó exprimirse para ganar.
El encuentro no empezó bien para los alaveses, que pese a alinear a su quinteto de gala formado por Thompson, Marinkovic, Giedraitis, Hommes y Kotsar, saltó a la cancha dubitativo y con los nervios propios de la enorme importancia del compromiso. Pese a tener algunas opciones claras para anotar, la primera canasta azulgrana, obra de Kotsar, no llegó hasta superados los cuatro minutos de juego. Afortunadamente para sus intereses, el Olympiacos se tomó los primeros compases con calma y no hizo toda la sangre que podría haber hecho ante la desacertada puesta en escena visitante. El combinado griego se situó con una ventaja de 10-2 en el ecuador del primer cuarto y, aunque el ingreso de Howard mejoró ligeramente el ataque baskonista, los puntos de Vezenkov y las numerosas posesiones conseguidas mediante el rebote permitieron a los locales mantener esa renta de ocho puntos al final de los primeros 10 minutos.
En la reanudación, Howard siguió siendo el único argumento ofensivo de un Baskonia atenazado, aunque los puntos del estadounidense permitieron a los azulgranas situarse a un solo tanto tras una acción de triple y tiro libre adicional del talentoso escolta (21-20). Parecía que los vitorianos reaccionaban, pero los errores en el lanzamiento y en la toma de decisiones permitieron al Olympiacos volver a distanciarse en el electrónico. Howard, autor de 15 de los 23 primeros puntos del Baskonia, no fue suficiente ante un rival que, sin necesidad de ofrecer su mejor versión, fue anotando por medio de los destellos de sus estrellas y un buen aprovechamiento de los desajustes azulgranas, logrando alcanzar una importante ventaja de 45-30, que fue de 45-33 al descanso tras los primeros dos puntos de Thompson y un tiro libre de Kurucs.
Negados con el aro
Al regreso de vestuarios, el Baskonia salió enchufado con un triple de Costello y una canasta de Thompson que acercó a los gasteiztarras a siete puntos del Olympiacos, pero volvió a desperdiciar la ocasión de poner en aprietos a los locales, que castigaron desde el perímetro con Papanikolau y un Vezenkov en modo MVP para volver a estirar la renta por encima de los dobles dígitos con el 53-40. En ese momento, llegó un parcial de 0-9 comandado por Howard, que con su segunda acción de triple y tiro libre adicional llegó a situar a su equipo a solo cuatro puntos. Sin embargo, el acercamiento azulgrana se quedó ahí, los triples del resto de jugadores baskonistas siguieron sin atravesar el aro y una vez más apareció la privilegiada muñeca de los zurdos del Olympiacos, Sloukas, Papanikolau y Vezenkov, para volver a enfriar los ánimos visitantes y terminar el tercer cuarto con una brecha prácticamente calcada a la del descanso con el 66-55.
Si ya era necesario prácticamente un milagro poder remontar ese marcador en los últimos diez minutos, un triple de Papanikolau y otro del exbaskonista Alec Peters nada más empezar el cuarto decisivo enterraron casi definitivamente las opciones gasteiztarras de asegurar matemáticamente su presencia en el play off. Tras alcanzarse esa diferencia máxima de 17 puntos, los de Peñarroya, quizás ya con menos presión al verse sin opciones, tuvieron algo más de regularidad en ataque, pero cada vez que amagaron con volver a meterse en el partido, el Olympiacos respondió con puñaladas en el otro lado de la cancha. Lo siguió intentando el Baskonia, pero no le salió nada. Las decisiones arbitrales no le favorecieron, su intento de defender en zona lo rompió Sloukas con un triple y, aunque pudo situarse a seis puntos, Thompson y Giedraitis fallaron cuatro tiros libres consecutivos. Pese a que un triple de Howard, quién si no, dio unas mínimas esperanzas con el 80-73 a 2:16 del final, estas se esfumaron con una mala posesión con pase de Giedraitis a la nada y un triple errado por el propio Howard. Solo queda esperar un milagro en Múnich.