Pierria Henry es seria duda para jugar mañana ante el Anadolu Efes en una nueva jornada de Euroliga. El base estadounidense, que se encuentra en un gran momento de forma, no sufre ningún problema físico, sino que se ha desplazado en las últimas horas a Estados Unidos para resolver un asunto personal.

Así lo ha indicado Joan Peñarroya este martes en la previa del partido ante el campeón de la máxima competición continental durante las dos últimas temporadas.

El técnico catalán ha informado que, si los problemas personales en cuestión se resuelven a tiempo, Henry viajará directamente desde Estados Unidos hasta Estambul y se incorporaría allí a la expedición azulgrana que parte en unas horas a la capital turca.

La hipotética baja de Henry supondría un problema mayúsculo para el Baskonia de cara a intentar ganar al todopoderoso Efes, que salvo sorpresa también tendrá la baja de Shane Larkin ante los alaveses. En cuanto a la participación de Kurucs, que dejó la cancha ante el Gran Canaria con un problema en la espalda que "en principio parece que es poca cosa", debería llegar a tiempo al partido si todo va según lo previsto, según el técnico.

Henry celebra una acción en el partido ante el Maccabi Jorge Muñoz

Reto de enorme exigencia

En caso de que el base estadounidense no pueda llegar a los compromisos en Turquía, sumará aún más dificultad a la semana de competición, que ya de por sí va a ser muy exigente para los azulgranas. "Tenemos la suerte de medirnos cada semana a grandes rivales y en esta nos vamos a jugar mañana al campo del vigente doble campeón de la Euroliga y el viernes al del equipo que está más en forma. Es un reto apasionante, medirnos a los mejores es lo que pretendemos, sabiendo que va a haber que hacer las cosas muy bien para competir, pero con esa intención vamos", aseguró Peñarroya.

Es cierto que el Baskonia llega en un momento de forma excelente, pero el entrenador azulgrana piensa que todavía hay margen de mejora: "Sería muy fácil después de ganar cinco partidos seguidos decir que somos ya el equipo que queremos ser. Es cierto que estamos bien, pero somos conscientes de que esto es muy largo y hay que seguir con esa mejora porque es lo que van a hacer el resto de oponentes".

La palabra relajación, por mucho que se hayan ganado los últimos cinco partidos por grandes diferencias, está prohibida para Peñarroya. "Los jugadores van a ver ahora en un vídeo a Micic, a Beaubois, a Clyburn, a Zizic, a Pleiss... Si salen relajados mañana, mejor que nos quedemos en Vitoria, con estos partidos es muy fácil mantener la motivación", argumentó el técnico.

De hecho, no dudó en elogiar al vigente campeón del torneo: "Tiene mucha calidad individual. Es uno de esos equipos que juegan muy sencillo, sin hacer grandes cosas, y esos son los que a mí más me gustan y me preocupan. Tienen la mejor línea exterior de Europa, con los dos jugadores más desequilibrantes de los últimos años como son Micic y Larkin y un escudero que es un lujo como Beaubois. A ello le han añadido al mejor tres de la Euroliga en los últimos seis o siete años como es Clyburn. ¿Cómo pararlos? Si lo supiera esa respuesta valdría dinero, nosotros vamos a hacer nuestro partido".

Tras el triunfo en Gran Canaria, esta será una prueba de fuego para el rendimiento de los azulgranas a domicilio, circunstancia en la que solo han ganado un partido en lo que va de Euroliga. "El equipo quiere jugar bien fuera, pero tanto para el Baskonia como para el resto de equipos es más fácil jugar en casa, con la rutina habitual. Sabemos que tenemos que dar un paso adelante fuera en partidos de Euroliga y vamos con la intención de conseguirlo", sentenció el técnico catalán.