El Baskonia sumó contra el Girona una victoria incontestable que le permitió no solo asentarse en la zona noble de la ACB, también gozar de una tarde plácida para gestionar esfuerzos y recuperar energías tras una exigente semana de triple jornada. Costello, Marinkovic y Tadas no participaron, las principales puntas de lanza del equipo pudieron guardar fuerzas, Enoch coger ritmo y los menos habituales se divirtieron y recibieron una dosis de confianza para futuros compromisos. Todo esto a costa de un Bàsquet Girona que apenas hizo acto de presencia sobre el parqué del Buesa Arena y sufrió lo indecible para mantener el altísimo ritmo que siempre proponen los alaveses.

Joan Peñarroya, que dejó a Vanja Marinkovic fuera de la convocatoria y no pudo contar con Sedekerskis por lesión, alineó de inicio a Thompson, Kurucs, Giedraitis, Hommes y Kotsar, un quinteto que funcionó a las mil maravillas durante los primeros compases del choque, aprovechándose también de una floja puesta en escena visitante. El cuadro gasteiztarra, sin necesidad de protagonizar su mejor actuación defensiva del curso, logró imponer un ritmo elevadísimo de juego al que no pudieron agarrarse Colom, Garino, Gasol y compañía. Kurucs, con dos triples, Kotsar y un entonadísimo Hommes lideraron un demoledor parcial de 22-3 que, a dos minutos y medio para que terminara el primer cuarto, ya dejaba el partido bastante encarrilado para los gasteiztarras.

El ingreso de Fjellerup y Franch mejoró la imagen de los hombres de Aíto García Reneses antes del término del primer parcial, que se cerró con un 27-12 en el marcador, pero el Baskonia ya estaba lanzado y el Girona con pocas esperanzas de poder remontar. Los azulgranas, que ya gozaron de gran acierto exterior durante los primeros diez minutos gracias a Kurucs y Hommes, continuaron con su recital de triples en el segundo cuarto, en el que el Girona se convirtió en un mero expectador de la exhibición local. Henry y Dani Díez, con dos dianas cada uno desde el perímetro, y Raieste, se sumaron a Kurucs, que mantuvo la muñeca caliente y sumó dos triples más a su cuenta particular para registrar un 4/5 al descanso.

La cuenta particular gasteiztarra fue de 12 canastas de tres en 19 intentos, algo que, sumado a su intensidad defensiva, los errores de un Girona superado en todas las facetas del juego y la posibilidad de correr y encontrar canastas fáciles en transición, resultó en un aplastante marcador de 55-23 al descanso que dejaba el choque visto para sentencia a falta todavía de 20 minutos por disputarse.

Relajación tras el descanso

Al regreso de vestuarios, el Baskonia logró estirar su ventaja hasta los 35 puntos con un triple de Hommes (60-25), estableciendo la máxima del partido, pero a partir de ahí los locales se relajaron y eso permitió al Girona coger oxígeno. Los triples dejaron de entrar con la misma facilidad que en la primera parte, los azulgranas comenzaron a cometer errores en la organización del juego y eso alimentó un parcial de 0-14 que, si bien no hacía peligrar el triunfo gasteiztarra, sí obligaba al conjunto de Peñarroya a concentrarse y volver a elevar la intensidad para evitar sustos. Con Thompson de regreso en la cancha, el equipo recuperó criterio en ataque y mantuvo su renta por encima de los 20 puntos al final del tercer cuarto (69-48).

El último parcial fue un mero trámite. El Girona renunció a intentar una remontada ya imposible y el Baskonia, que se reactivó con el parcial de 0-14, siguió hurgando en la herida de su rival. Hommes y Enoch, que se lució con dos mates espectaculares para demostrar que está en buenas condiciones físicas, volvieron a estirar la ventaja por encima de los 30 puntos (87-56) y Howard, el único de los tiradores que aún no se había sumado a la fiesta del triple, afinó su puntería y con tres aciertos elevó el número de dianas baskonista a 19, igualando el récord de la temporada y estableciendo un nuevo máximo para el club en ACB. El resultado final fue de 95-68, pero lo más importante es la sensación de superioridad mostrada y el triunfo. La peor noticia, que Kurucs dejó la cancha en el minuto 37 con notable dolor en el hombro tras chocar con Franch en un bloqueo.