Tras el esfuerzo físico y mental de la doble jornada de Euroliga, podía pensarse que la visita del Bàsquet Girona –más viendo el último precedente del atroz sufrimiento vivido ante el Betis– sería el clásico partido trampa para el Baskonia. Pues bien, nada más lejos de la realidad. El equipo vitoriano convirtió la llegada del recién ascendido liderado por la leyenda Marc Gasol en un absoluto trámite.

Su primera parte resultó simplemente espectacular con un ritmo de juego insoportable para el visitante gerundense y una conmovedora pegada desde la larga distancia. Lo de los veinte minutos iniciales fue un atropello en todo regla, una exhibición reconfortante por parte de un grupo que disfruta a campo abierto y en el que sus francotiradores volvieron a campar a sus anchas.

El Baskonia igualó, con 19, ante el Girona su récord de triples de la actual temporada que databa de la visita del Estrella Roja al Buesa Arena en la Euroliga. Pudo haber conseguido el vigésimo en los últimos compases, pero el aro repelió el intento de Raieste.

Salvo el percance final vivido por Kurucs, cuyo hombro derecho quedó lastimado al intentar pasar un bloqueo de Franch en su defensa a Garino y que se marchó directamente al vestuario con ostensibles gestos de dolor tras haber convertido sus cuatro primeros triples, el Baskonia vivió una jornada de lo más plácida. Su autoestima se vio alimentada en la clásica jornada de baño y masaje debido a la escasa oposición catalana.

El Girona se vio tiroteado por un anfitrión azulgrana de nuevo volcánico a la hora de plasmar todas sus señas de identidad sobre el Buesa. El Baskonia mordió atrás, candó el rebote y pudo correr. Además, en el cinco contra cinco posicional siempre encontró posiciones liberadas para que las muñecas de sus tiradores entrasen en calor gracias a una notable circulación de balón.

Tan solo Howard, que erró sus seis primeros triples, y Giedraitis, muy falto de confianza en los últimos tiempos ante el aro rival, estuvieron por debajo del altísimo nivel acreditado por sus compañeros.

El partido también constató la extrema facilidad del elegante Hommes para ver el aro como una piscina o la buena evolución de Enoch, un jugador que debe brindar un salto de calidad al Baskonia y diversificar las amenazas de una cuerda interior en la que Costello se tomó un merecido respiro este domingo.

El pívot nacido en Michigan entró ante el Girona en el consabido plan de rotaciones trazado por Peñarroya para tratar de que todos sus hombres lleguen frescos a los momentos calientes de la temporada. El entrenador catalán repartió de forma equitativa sus esfuerzos en un encuentro propicio para ello.