Con la contratación de Darius Thompson, oficializada el pasado viernes, el Baskonia cuenta ya con una plantilla de 12 jugadores con la que poder competir en la temporada 2022-23, a falta de que pueda llegar un decimotercer hombre que le ponga la guinda antes del cierre del mercado. Sin embargo, si en años anteriores parecía claro cuál iba a ser el rol de cada pieza del equipo y qué posición iba a ocupar a lo largo de la temporada, la polivalencia de muchos de los jugadores con los que contará Peñarroya, que han ocupado distintas posiciones a lo largo de su carrera, arroja dudas sobre cómo se organizará la rotación y cuáles son los planes del club con cada uno de ellos.

La polivalencia es una característica que puede resultar muy útil en el mundo del baloncesto, ya que permite tener mayor flexibilidad con las rotaciones, tener menos problemas a la hora de cubrir bajas por lesión y ajustarse a las circunstancias de cada partido y rival. De hecho, parece que esta virtud es algo que se valora positivamente en la secretaría técnica azulgrana ya que, después de que la pasada temporada Wade Baldwin y Jayson Granger jugaran indistintamente en el puesto de base y en el de escolta, ahora se ha contratado a dos sustitutos que tienen la misma capacidad, ya que tanto Darius Thompson como Markus Howard han ocupado los dos puestos de la cuerda exterior a lo largo de su trayectoria.

Markus Howard vivirá su primera temporada en Europa. | FOTO: TWITTER 2 Asier Pérez

Ambos norteamericanos son las grandes apuestas del Baskonia para su juego exterior y están un paso por encima de Kurucs y Marinkovic, por lo que es esperable que compartan muchos minutos sobre la cancha. Por altura (1,78 de Howard frente a 1,92 de Thompson), lo lógico sería que el primero partiera como base y el segundo como escolta, pero Darius ha demostrado tener mayor capacidad organizadora, con unos promedios de 5,8 asistencias por encuentro en Eurocup el curso pasado, por lo que perfectamente podrían alternar los roles.

Una baraja baskonista plagada de comodines

Lo mismo sucede con el canterano Arturs Kurucs, a quien Dusko Ivanovic, por ejemplo, empleó en varias ocasiones como uno, subiendo el balón, mientras que Spahija veía más al letón como un dos tirador. También han alternado distintas funciones los otros dos canteranos. Raieste es en principio un alero, pero por su capacidad de defender a jugadores de alturas dispares también se le ha visto jugar en el Baskonia como escolta y como ala-pívot en quintetos pequeños, según las necesidades del equipo. Incluso llegó a jugar algunos minutos como cinco en aquel fatídico partido de la pasada temporada contra el Panathinaikos, en el que Enoch fue el único interior azulgrana disponible por las bajas. Sedekerskis, por su parte, también ha alternado los puestos de alero y de ala-pívot, y se desconocen los planes de Peñarroya con él para este curso.

Una baraja baskonista plagada de comodines

En cuanto a Rokas Giedraitis, su puesto natural es el de alero, pero la pasada campaña fue el escolta titular del equipo ante las bajas prestaciones de Marinkovic y la presencia de Fontecchio, intocable en el tres. De hecho, Félix Fernández defendió al principio del verano que la dirección deportiva contaba con el lituano como escolta, pero la marcha de Fontecchio a la NBA podría cambiar sus planes por completo. Daulton Hommes ha llegado este verano en teoría para cubrir la marcha de Alec Peters al Olympiacos y jugar como ala-pívot, pero también puede ejercer de alero, al igual que Dani Díez, que, según explicó el propio Alfredo Salazar, puede “jugar en varias posiciones”.

MÁXIMA FLEXIBILIDAD

Por último, Matt Costello ya demostró el curso pasado ser un comodín para Spahija y fue capaz de rendir a buen nivel como ala-pívot y como pívot en el mismo encuentro. Los únicos que parecen tener su puesto más marcado son Marinkovic (escolta), Enoch (pívot) y Kotsar (pívot). Gracias a ello, Peñarroya tendrá infinidad de combinaciones para sus quintetos, teniendo la posibilidad de jugar desde un small ball con Howard (1,78 m.), Thompson (1,92 m.), Giedraitis (2,00 m.), Hommes (2,03 m.) y Costello (2,08 m.) a un quinteto más físico con Thompson, Giedraitis, Hommes, Costello y Kotsar (2,11 m.), con cuatro jugadores por encima de los dos metros.