El Baskonia, por lo que se ha podido ver hasta el momento, se está centrando en los primeros compases del mercado de fichajes más en soltar lastre y cerrar salidas de jugadores que en incorporar nuevas piezas para la plantilla, ya que hasta ahora no se ha realizado ninguna incorporación más allá de la del nuevo entrenador Joan Peñarroya. Sí se han confirmado, por otro lado, las marchas de Wade Baldwin, tentado por una suculenta oferta del Maccabi, Jayson Granger, rumbo al Reyer Venezia, y Yanni Wetzell, después de que el club ejecutara su cláusula de corte. A ellos se les podría unir próximamente Alec Peters, que está cerca de cerrar su aterrizaje en el Olympiacos, y el siguiente jugador en la rampa de salida es Vanja Marinkovic.

Según ha podido confirmar este periódico, el rendimiento del escolta serbio no convenció al club gasteiztarra la pasada temporada y en este momento ya se le ha comunicado que no entra en los planes de Peñarroya y se le está buscando salida hacia un equipo en el que pueda contar con mayor protagonismo. En principio no debería ser una tarea difícil desvincular al serbio, ya que, aunque firmó el pasado verano un contrato largo por tres temporadas, tiene una de las fichas más bajas de la plantilla, por lo que no será una operación costosa para el Baskonia.

Marinkovic llegó a Vitoria-Gasteiz después de dos temporadas irregulares en el Valencia Basket, en las que no logró hacerse un hueco en el conjunto taronja. El club vio en él la posibilidad de incorporar a un escolta tirador, intentar exprimir el potencial que el serbio mostró en el inicio de su carrera deportiva en el Partizan y, de paso, hacerse con un sustituto económico para Zoran Dragic, con el que no se llegó a alcanzar un acuerdo para su renovación.

Sin embargo, la versión de Marinkovic en su primera etapa en Vitoria no ha sido muy diferente a la mostrada en Valencia. Los 5,2 puntos, 33% de acierto desde el perímetro y 2,8 créditos de valoración promediados en la Euroliga y 5,1, tantos, 34,6% en triples y 3,4 de valoración en ACB no son suficientes para un puesto en el que el Baskonia arrastra muchos problemas desde la marcha de Beaubois en 2018. Aunque en el tramo final de la campaña Marinkovic mejoró ligeramente, la entidad de Zurbano prefiere introducir cambios en ese puesto y explorar el mercado en busca de alguien que le ofrezca mejor rendimiento, mientras que el jugador, evidentemente, busca un destino en el que tener mejor encaje y recuperar sensaciones.

Otra reconstrucción

Tras un verano de 2021 muy movido, el de 2022, a pesar de que todavía no se han cerrado incorporaciones, va también camino de serlo, ya que el Baskonia está desprendiéndose de prácticamente la mitad de la plantilla. Si a las bajas de Baldwin, Granger y Wetzell se les suman finalmente Peters y Marinkovic, el Baskonia se quedaría con siete de los doce jugadores que conformaron la plantilla el pasado curso (Kurucs, Raieste, Fontecchio, Giedraitis, Sedekerskis, Costello y Enoch), por lo que deberá afrontar por lo menos la contratación de cinco nuevas piezas, que en cualquier caso siguen siendo dos menos que el pasado verano, en el que se fichó a Baldwin, Granger, Marinkovic, Fontecchio, Costello, Enoch y Nnoko.

Tres de esas contrataciones están ya fuera de Vitoria y Marinkovic va en camino de ser el siguiente, por lo que el balance del mercado de fichajes de hace un año no ha sido positivo. El director deportivo Félix Fernández y el resto de su equipo tendrán la opción de redimirse este año, y una de las posiciones en las que deben acertar es la que dejará Marinkovic libre si finalmente se concreta su salida. Un club que ha tenido en sus filas escoltas del nivel de Velimir Perasovic, Arvydas Macijauskas, Igor Rakocevic o Rodrigue Beaubois necesita volver a contar con un dos con instinto anotador, algo que no ha encontrado en Marinkovic ni en sus predecesores Zoran Dragic, Nik Stauskas o Matt Janning.