Vanja Marinkovic ha sido sin duda una de las grandes decepciones de la temporada 2021-22 para el Baskonia. El escolta serbio aterrizó en Vitoria el pasado verano con un contrato de tres campañas tras ser descartado por el Valencia Basket. Se trataba de una pieza importante para la plantilla, que había echado de menos en los últimos cursos un dos con instinto asesino y con la capacidad de amenazar desde el perímetro y anotar muchos puntos con su lanzamiento. Sin embargo, el rendimiento del único escolta puro que tiene el club en nómina ha estado muy lejos de lo esperado y en estos momentos su continuidad, a pesar de tener dos años más de contrato, está en el aire.

Por ello, el play off de la ACB puede ser decisivo para su futuro, ya que será la última oportunidad del de Belgrado para redimirse y demostrar a la dirección deportiva que su incorporación no fue un error. A pesar de haber sido esta la temporada en la que más minutos ha disputado desde que llegó a España de la mano del Valencia Basket, también ha sido su peor año en cuanto a rendimiento.

En el curso 2019-20 Marinkovic disputó 22 partidos en ACB con un promedio de 5,9 puntos y un porcentaje del 36,2% en triples para una valoración de 4 créditos por partido. La pasada temporada, a pesar de no entrar apenas en los planes de Ponsarnau y solo disputar 11 choques oficiales en la liga doméstica, el serbio mejoró sus números hasta una media de 8,5 puntos por choque con un gran porcentaje del 46,9% de acierto desde los 6,75 metros, para 5,3 créditos de valoración de media.

Pues bien, esta temporada, pese a los 30 partidos oficiales disputados, sus promedios han sido de 5 puntos y 3,8 créditos de valoración con solo un 33,7% de acierto exterior. Es decir, el supuesto especialista de la plantilla ha lanzado peor que Baldwin (37,2%), Kurucs (41%), Granger (37,7%) o los pívots Costello (37,2%) y Enoch (40,7%). Solo Sedekerskis y Lamar Peters han tirado peor desde el perímetro, además de Raieste y Barrera, que apenas han jugado.

No ha sido hasta el último partido que ha podido disputar en la fase regular cuando Marinkovic ha demostrado de lo que es capaz cuando está inspirado y con confianza. En el choque contra el Lenovo Tenerife, el de Belgrado completó su mejor actuación de la temporada al anotar 18 puntos en 17 minutos con un 3/4 en triples y un 3/3 en tiros de dos, para 19 créditos de valoración. Por desgracia, contra el Joventut no se pudo confirmar su mejoría, ya que se perdió la última jornada por una gastroenteritis.

Al ex del Valencia Basket también le ha podido beneficiar que se le quitara responsabilidad de sus hombros. Con Giedraitis como escolta titular y la participación de otras piezas como Granger o Kurucs en el puesto de dos, Marinkovic ha dejado de estar en el centro de las miradas y las críticas y se ha podido dedicar a aportar en labores defensivas y esperar su momento en ataque. Sin embargo, con la poblada lista de grandes escoltas que tiene el Baskonia en su historia, con nombres como Arvydas Macijauskas, Igor Rakocevic, Brad Oleson, Fabien Causeur o Rodrigue Beaubois, se exige una mayor aportación en un puesto que el club lleva años sin tener bien cubierto. Janning, Stauskas y Dragic, por ejemplo, no consiguieron triunfar.

Además de la necesidad de maquillar su pésimo primer año como baskonista, Marinkovic tendrá en los cuartos de final del play off la motivación de enfrentarse a su exequipo, que le tuvo apartado durante prácticamente toda la pasada temporada y que lo descartó dando preferencia a Puerto, Prepelic y a la posibilidad de que Van Rossom o Hermannsson pudieran jugar en el puesto de dos. Hasta el momento, el rendimiento de todas las partes implicadas ha dado la razón al Valencia Basket, aunque todo esto podría cambiar si Marinkovic completa una buena serie y colabora a que su equipo elimine al conjunto taronja. Si no lo consigue, cabe la posibilidad de que estos sean sus últimos partidos como baskonista.