El Baskonia ya tiene nuevo entrenador. Una hora después de hacer oficial la destitución de Dusko Ivanovic, el conjunto gasteiztarra ha anunciado. El que ya fuera preparador azulgrana en el curso 2007-08, en el que logró alzar el título de la ACB, la Supercopa y llegar a la Final Four de la Euroliga y la final de la Copa del Rey, llegará esta misma noche a Vitoria-Gasteiz y será presentado mañana por la mañana en el Buesa Arena.
Spahija se pondrá al frente de la plantilla tras su rueda de prensa de presentación y horas después, a las 20.30 horas, dirigirá su primer partido de su segunda etapa como entrenador baskonista contra el Estrella Roja en el Buesa Arena. El preparador croata vuelve a Europa tres años después de su última experiencia en la Euroliga al frente del Maccabi Tel-Aviv, en 2018 -curiosamente fue destituido por estas fechas-. Tras su paso por Israel se convirtió en entrenador asistente de los Memphis Grizzlies de la NBA y su más reciente aventura la ha vivido en el baloncesto chino, donde ha estado dirigiendo a los Shangai Sharks. Ahora regresa a Vitoria con la misión de solucionar los problemas de cohesión del vestuario que el propio club menciona en el mensaje de despedida de Ivanovic, desatascar el juego de un equipo con profundas carencias ofensivas y recuperar para la causa a fichajes que hasta el momento están dejando mucho que desear como Baldwin, Marinkovic y los hombres interiores.
Recuerdo convulso
Aunque el balance de aquella temporada 2007-08 en la que Spahija estuvo al timón del barco azulgrana terminó siendo positivo, logrando dos títulos (Supercopa y ACB), y alcanzando tanto la final de la Copa del Rey como la Final Four de la Euroliga, lo cierto es que la campaña fue un constante sube y baja que terminó con la destitución del croata tras ganar la liga, dando paso precisamente a la segunda etapa de Dusko Ivanovic en el club. Aquella fue la primera campaña del equipo posterior a la marcha de Luis Scola y fue necesario acoplar a fichajes importantes como Mickeal, Singleton, Simas Jasaitis o Will McDonald, tarea que le costó mucho al croata, especialmente en el caso de los tres últimos.
El equipo arrancó el curso con buen pie, alzando la Supercopa, pero el técnico empezó pronto a estar cuestionado por los malos resultados durante la fase regular a pesar de contar en su plantilla con jugadores de la talla de Splitter, Sergi Vidal, Rakocevic, Prigioni, Planinic o Teletovic. El equipo dio durante bastantes tramos muestras de dejadez, y perder la final de la Copa del Rey contra el Joventut en Vitoria-Gasteiz fue tomado como un fracaso. A ello se le sumaron muestras de indisciplina de algunos miembros de la plantilla, que se vieron reflejados en el famoso accidente de Miraflores, en el que Simas Jasaitis, Pete Mickeal, Will McDonald y Lucho Fernández se estrellaron regresando de Bilbao a Vitoria a las cinco de la madrugada con el coche y Jasaitis, que era quien conducía esa noche, dio positivo en el test de alcoholemia.
No fue el único momento de la temporada en el que se puso en cuestión la profesionalidad de algunos miembros de la plantilla y esa incapacidad para tener al rebaño controlado fue la que empujó al club a tomar la decisión de destituirle al terminar la campaña. A pesar de esas dificultades, la realidad es que el equipo rindió a la hora de la verdad y fue esa capacidad de dar la cara en los momentos importantes la que caracterizó al Baskonia de Spahija. Los jugadores más importantes de la plantilla llegaron pletóricos al final de la temporada, pusieron en apuros al CSKA en la semifinal de la Final Four (79-83) y arrollaron en el play off, tumbando al Barça por 3-0 en la final.
En esta ocasión, sin embargo, Spahija necesitará sacar partido a su plantilla lo antes posible y no esperar al tramo final de la temporada, ya que el equipo necesita empezar a sumar triunfos ya si quiere estar presente en la Copa del Rey y en las eliminatorias de la ACB y la Euroliga. El tiempo dirá si las nuevas ideas del técnico y algo más de manga ancha resultan beneficiosas y logra sacar al Baskonia de su depresión.