Dusko Ivanovic ya es historia, y lo es en todos los sentidos. El Baskonia ha anunciado oficialmente la destitución del entrenador que más títulos ha conseguido para la vitrina del Buesa Arena y el encargado de obtener el último en 2020 tras una década de sequía. Sin embargo, los logros del montenegrino a lo largo de sus tres etapas como baskonista no le han servido para mantenerse más tiempo al mando de un equipo que lleva tres semanas en un constante y agónico hundimiento. Con siete derrotas en los últimos ocho partidos, a las que hay que sumar unas pésimas sensaciones sobre el parqué, la situación se había vuelto insostenible y, tras haber mantenido a Dusko en el puesto contra viento y marea e intentado solventar los graves problemas del equipo con el fichaje de un base como Lamar Peters, la entidad ha decidido dar un golpe de timón y prescindir de quien ha sido durante año y medio el gran baluarte del club.

Ivanovic no es un entrenador más para el Baskonia, y buena muestra de ello es el comunicado con el que el club ha anunciado la rescisión de su contrato, en el que se extiende bastante más de lo habitual en este tipo de mensajes. Por un lado el club no duda en lanzar una dura crítica al rendimiento que ha ofrecido el equipo a sus órdenes, culpando tanto al cuerpo técnico como a la plantilla. "Saski Baskonia SAD ha decidido rescindir el contrato que mantenía con Dusko Ivanovic ante la mala racha de resultados e imagen del equipo. El conjunto no ofrece el rendimiento que se presupone a la plantilla ni la actitud de lucha constante que ha caracterizado siempre a este club. Por ello, es obligación de los máximos responsables de la entidad tomar decisiones para variar urgentemente el rumbo y recuperar la competitividad que debe ofrecer este grupo y encender de nuevo la ilusión a una afición que merece verse identificada en sus jugadores", reza el comunicado.

?? Comunicado Oficial: Dusko Ivanovic#GoazenBaskonia

— Baskonia (@Baskonia) November 15, 2021

La entidad admite que "las circunstancias de la temporada no han sido fáciles", debido a factores como la lesión de Alec Peters, la compresión del calendario, el número de piezas nuevas por encajar en la plantilla y la celebración de citas internacionales como los JJOO y el Afrobasket, pero insiste en que "los resultados no son los esperados". Además, termina por señalar la falta de unión dentro del equipo como una de las causas de la decisión, dando a entender que existían desavenencias entre el cuerpo técnico y la plantilla: "En la toma de esta difícil decisión en lo profesional, pero también en lo personal por lo que ha significado y siempre significará la figura de Dusko Ivanovic en Vitoria, se busca una cohesión mayor para obtener el mejor rendimiento de todos y cada uno de los jugadores".

Adiós a un referente

A pesar de las críticas a las prestaciones del equipo, la entidad ensalza la figura del técnico, que "ha contribuido a forjar la historia de éxito de este club" e intenta evitar que el montenegrino no salga por la puerta de atrás. "Baskonia agradece de todo corazón a Dusko Ivanovic su trabajo durante todos los años en nuestro banquillo. Con él, se han alcanzado gran parte de los éxitos del club. Fue clave en la consecución de la última liga, hace apenas 18 meses, y también lo ha sido a lo largo de una historia de trabajo conjunto que ha forjado una relación especial de respeto y cariño personal", afirma.

Dusko Ivanovic comenzó su tercera etapa Vitoria en diciembre de 2019 sustituyendo en el puesto a Perasovic, cuando el equipo pasaba por una situación delicada y una mala racha de resultados. Sus primeros pasos no fueron fáciles, pero tras el parón por el inicio de la pandemia logró sacar el máximo de su plantilla y alzar el cuarto título de la ACB para el club.

La pasada temporada el equipo se mostró sólido durante toda la campaña y dejó momentos memorables en la Euroliga, plantando cara a los gigantes con un juego eléctrico y quedándose a las puertas del Top-8 tras una racha de nueve victorias en diez partidos. Por desgracia, el final del curso se vio lastrado por un brote y la marcha de Vildoza. Este año, tras una profunda renovación del equipo, no ha logrado tomar el pulso a una plantilla cuyo juego en las últimas fechas ha sido un despropósito, especialmente en el ataque en estático, el cierre de los rebotes y la actitud defensiva. Ello, sin embargo, no ha impedido que el Buesa Arena le mostrara su cariño y reconocimiento hasta su último partido en casa, que ganó ante Unicaja. "Si mueres, mueres con la gente en la que crees", dijo. Fiel a su idea hasta el final.