Esta tarde habrá un personaje muy conocido en el palco del Buesa Arena. Cualquier aficionado al fútbol, que los hay sin duda entre la masa social del Baskonia, identificará rápidamente al caballero que se sentará junto a Josean Querejeta. El protocolo dice que al lado del máximo dirigente azulgrana debe sentarse siempre la principal cabeza visible del rival de turno, en este caso el Unicaja. Pues bien, desde julio de este año ese honor le corresponde a Antonio Jesús López Nieto, un excolegiado internacional de Primera División entre 1988 y 2003 que tras su jubilación con el silbato fue el responsable de la gestión técnica y económica del arbitraje del fútbol profesional durante más de tres lustros. Pues bien, su quehacer diario está enfocado ahora en el baloncesto tras un insólito cambio que ha pillado desprevenido a todo el mundo.

Al margen de ser designado para impartir justicia en varios partidos de Europeos y Mundiales, dirigió infinidad de clásicos entre el Barcelona y el Real Madrid. También fue el colegiado que señalizó aquel célebre penalti que pudo haber dado un título liguero al Deportivo de la Coruña en la década de los 90 de no mediar el posterior fallo de Miroslav Djukic ante el Valencia.

Malagueño de 63 años, López Nieto lidera desde hace tres meses las expediciones del Unicaja en todos aquellos partidos donde compite lejos del Martín Carpena. Es un presidente dedicado full time y a sueldo de un club que, al igual que el Baskonia, no atraviesa su momento más boyante. Tras vivir su esplendor entre los años 2006 y 2007 con dos títulos de Liga y Copa, la decadencia del Unicaja está siendo imparable en los últimos tiempos.

De hecho, una de las primeras decisiones tras tomar posesión del cargo trajo cola en Málaga: abandonar el paraguas de la Euroliga y abrazarse a la FIBA. El rival baskonista disputa hoy en día una competición menor como la Basketball Champions League, muy alejada del glamur de la máxima competición continental y con menos repercusión mediática incluso que la Eurocopa.

“Es por un tema estratégico y de futuro. No podemos estar en la Euroliga. Es una competición inviable para nosotros económicamente. No podemos mantener el presupuesto que se requiere. La Champions va a ir a más y nos permite afrontar una competición más ordenada y abarcable, con menos partidos y más emoción”, alegó en este sentido.

Nieto fue escogido por el presidente de la Fundación Bancaria, Braulio Medel, para gestionar al Unicaja relevando en el puesto a Sergio Corral, que había llegado al club de forma interina 50 días antes. Su misión es reflotar la entidad andaluza, tocada económicamente por la retirada en la aportación de la Fundación Unicaja y que solo cuenta con el patrocinio de Unicaja Banco, además de los recursos propios de publicidad, entre otros.

Su fama de gran gestor le ha llevado a ocupar varios cargos en el ámbito de la gestión pública deportiva como coordinador de deportes del Ayuntamiento de Málaga, gerente de Málaga Deportes y Eventos, S.A. y director general de Deportes de la Diputación de Málaga. También ha hecho sus pinitos como presentador de un espacio de entrevistas al más puro estilo Bertín Osborne.

Ahora le ha llegado a López Nieto la hora de volcarse en un deporte completamente distinto. De momento, sus inicios no están resultando fáciles con un equipo que sigue sin conectar del todo con la grada del Martín Carpena pese al reciente amago de remontada ante el Barcelona. “Sé lo que es un pick and roll, por supuesto, pero solo hablaré de baloncesto a nivel de un aficionado, para especialistas ya tenemos al director deportivo y al entrenador”, se defiende este antiguo árbitro, que tras la jubilación de Manolo Rubia encomendó a Juanma Rodríguez la confección de un proyecto plagado de jugadores españoles.