En su cita más exigente de la pretemporada, además contra un rival que arranca una semana antes por su participación en la Supercopa, el Baskonia ha sufrido su primer traspié de este verano. Tras superar al Basket Napoli y el Dinamo Sassari hace una semana, el conjunto azulgrana ha caído (81-67) esta tarde frente al Lenovo Tenerife en un choque que ha brillado por las imprecisiones típicas de estas fechas, pero en el que los canarios se han mostrado más preparados.

Ante la mirada de los cerca de medio millar de aficionados que se han acercado al pabellón Juan de la Cierva, la escuadra gasteiztarra ha saltado a la cancha getafense con un quinteto inicial formado por Granger, Marinkovic, Fontecchio, Tadas y Enoch. Desde el inicio, el protagonismo ha recaído sobre los bases y, en esta pugna desfavorable para los intereses vitorianos por la ausencia de Jade Baldwin, han sido los pupilos de Txus Vidorreta quienes han llevado la batuta con unos Fitipaldo y Huertas más inspirados que el uno uruguayo y que Kurucs, al que le sigue costando sobremanera cumplir en ese puesto.

Sin embargo, no solo ahí se ha mostrado inferior el Baskonia. El principal quebradero de cabeza de Dusko Ivanovic, muy activo como siempre desde su zona, ha sido la debilidad defensiva. Un aspecto donde los azulgranas se han mostrado poco contundentes y que, pese a poder verse pequeños ápices de la idea del montenegrino, ha impedido correr a los alaveses con comodidad. Solo algunos destellos de Giedraitis y el juego de espaldas del siempre bullicioso Nnoko, mucho más participativo que Enoch, han hecho que la diferencia al finalizar el segundo cuarto haya sido de solo cuatro puntos (36-32) para los aurinegros, superiores tanto en el tiro exterior como en la pintura.

Después del descanso, los triples de Alec Peters han despertado al cuadro baskonista, que incluso se ha puesto por delante en el electrónico, y el Lenovo Tenerife ha llegado a temer que el choque, hasta ese momento más que controlado, se les fuera de las manos. No obstante, el destello de luz generado por el ala-pívot estadounidense apenas ha durado unos minutos y, ya en el último cuarto, Sasu Salin ha acabado con las esperanzas del conjunto gasteiztarra desde la línea de 6,75.

Por tanto, mucho por mejorar para el Baskonia en las próximas semanas, pero nada que todavía no tenga solución. Los pupilos de Dusko necesitan más rodaje para poder adquirir diferentes automatismos y, además, mejorar la coordinación y relación sobre la cancha entre ellos. Algo lógico teniendo en cuenta el número de novedades que ha habido este verano en la plantilla azulgrana y los pocos entrenamientos que han sumado hasta el momento.