Hasta un club casi siempre infalible como el Baskonia a la hora de atinar con los fichajes tiene alguna mancha en el expediente. El club vitoriano siempre se mueve como pez en el agua para incorporar a jugadores de primer nivel y su dirección deportiva encabezada por Alfredo Salazar se ha ganado a pulso la admiración por descubrir talento en los lugares más recónditos, pero en ocasiones también ha pinchado en hueso. Por ejemplo, ello aconteció con Walter Hodge y O.D. Anosike.
Puede que más de un aficionado baskonista les haya perdido la pista en los últimos años, pero ambos siguen al pie del cañón. Eso sí, en ligas no demasiado competitivas y en equipos de escaso glamur. Por razones obvias, su talento baloncestístico, su carácter o su ambición no dan para mucho más. Pues bien, ambos acaban de escoger unos exóticos destinos con el fin de dar continuidad a sus respectivas carreras.
Hodge, un base portorriqueño de 34 años que fue internacional por las Islas Vírgenes estadounidenses, aterrizó en Vitoria en el verano de 2013 para ser el base titular a las órdenes de Sergio Scariolo. Le avalaban unas brillantes temporadas en el Zielona Gora polaco, pero en el Baskonia pasó con más pena que gloria hasta ver rescindido su contrato de forma prematura.
Desde su salida de Vitoria, se ha convertido en un nómada de la canasta que acaba de dar con sus huesos en la Superliga egipcia con su fichaje por el Al Ahly Cairo.
Anosike, por su parte, duró un suspiro en tierras alavesas en el verano de 2015. Reclutado para dar estabilidad a la zona gracias a la etiqueta de máximo reboteador de la Lega italiana en el Avellino un año antes, el pívot de 30 años fue invitado a salir en plena pretemporada.
En su lugar llegaría un veterano del Vietman como Ioannis Bourousis con el que el Baskonia alcanzó su última Final a Cuatro en Berlín. Tras los últimos meses en el Lavrio griego, su última parada es el Fuerza Regia de Monterrey, con el que ya ganó la liga mexicana en 2020.