Vitoria - Sander Raieste se las prometía muy felices en el inicio de la temporada. El alero estonio empezó la campaña contando con la plena confianza de Dusko Ivanovic, convirtiéndose en un fijo en el quinteto titular y ganándose las alabanzas de todos cuando los resultados acompañaban. Sin embargo, con el paso de las jornadas, sus prestaciones, lejos de mejorar gracias a la acumulación de experiencia, han ido empeorando y perdido progresivamente minutos a favor de Arturs Kurucs, otro de los jóvenes del conjunto azulgrana. El encuentro del pasado sábado contra el Joventut fue indicativo de la inversión de roles: Kurucs estuvo sobre la cancha diez minutos y Raieste fue el único jugador con el que no contó el técnico.

La aportación de Raieste en los primeros partidos de la temporada fue crucial para que el TD Systems Baskonia arrancara con buen pie. La ausencia de un escolta puro en la plantilla y la lesión que sufrió Dragic derivó en que Ivanovic apostara por Raieste en sus quintetos titulares. En esos primeros partidos el estonio no destacó en la faceta anotadora, pero fue importante a la hora de poner energía sobre el parqué y sacrificarse en defensa a favor de sus compañeros. Su espíritu enérgico, propio de su juventud, convenció al entrenador, que le concedió alrededor de 10 minutos por partido. Eso sí, su pareja favorita en el exterior siguió siendo la formada por Henry y Vildoza, sus dos bases más importantes y ambos capacitados para adaptarse al puesto de dos.

Mientras, Kurucs esperaba su oportunidad en el banquillo, condenado a ser el tercer base en discordia. De hecho, no disputó ningún minuto en la primera jornada y a partir de la lesión de Dragic su labor se limitó a saltar un par de minutos a cancha para que Vildoza y Henry pudieran tomar aire. Sin embargo, la chispa de Raieste se fue apagando con el paso de las jornadas y empezó a cometer errores y a relajarse en tareas defensivas, algo que no gustó al técnico azulgrana. Contra el San Pablo Burgos lo sentó durante toda la segunda mitad y contra el Khimki, el pasado 16 de octubre, disfrutó de su última titularidad hasta el momento. El estonio apenas duró dos minutos sobre el parqué, en los que recibió un tapón y no tomó buenas decisiones. Ivanovic decidió sentarlo y desde entonces no ha vuelto a jugar.

El naufragio de Raieste supuso mayor protagonismo en la rotación para el aún más joven Arturs Kurucs, que no dejó pasar la oportunidad de hacerse un hueco en los planes de Dusko. En el partido posterior al del Khimki, contra el Barcelona, Zoran Dragic ocupó el lugar de Raieste en el quinteto titular y Kurucs contó con gran protagonismo desde el banquillo. El letón disputó 17 minutos, su máxima en lo que va de temporada, en los que se mostró más efectivo en ataque que Raieste al anotar cuatro puntos y repartir dos asistencias. Además, estuvo acertado en labores defensivas con dos recuperaciones. Contra el Joventut no estuvo tan acertado, falló los dos triples que lanzó, pero Ivanovic volvió a concederle más de diez minutos, superando los solo siete con los que contó Dragic debido a su floja actuación. Kurucs, que empezó el año como último hombre de la rotación, se ha convertido en el joven con el que más cuenta el entrenador, superando a Sedekerskis y Raieste. Este último deberá trabajar para recuperar la confianza del técnico.