- Si la defensa fue la bandera del TD Systems Baskonia durante los dos primeros partidos de liga, el conjunto azulgrana dejó mucho que desear ayer en las labores de contención, algo que trajo por el camino de la amargura a Dusko Ivanovic. Los gasteiztarras entraron en el encuentro demasiado confiados ante un equipo inferior y desde el primer minuto se notó cierta falta de concentración atrás.

De hecho, al minuto de juego el técnico montenegrino vivió el primero de los numerosos enfados que tuvo ayer en el transcurso del encuentro. Ivanovic no perdonó un despiste defensivo de Sander Raieste en el marcaje a Dovydas Giedraitis y no dudó en enviarlo al rincón de pensar y sustituirlo por Arturs Kurucs. Sin embargo, el cambio no solucionó el problema y pocos baskonistas se libraron de al menos una bronca de su entrenador.

El primer cuarto llegó a su fin con 19-16 en el marcador y en el segundo las peores pesadillas de Ivanovic se hicieron realidad. Aleksa Avramovic, que tuvo molestias durante el calentamiento y no jugó un solo minuto en el primer cuarto, entró a la cancha encendido y anotó siete puntos en sus dos primeros minutos sobre el parqué. A partir de ese momento, todos los balones en ataque del Estudiantes pasaron por las manos del jugador propiedad del Unicaja y el Baskonia no supo poner freno a la sangría de puntos.

Tras el descanso, la charla de Dusko Ivanovic en el vestuario y los ajustes que introdujo surgieron efecto y las prestaciones defensivas del Baskonia mejoraron considerablemente. El montenegrino cambió el quinteto inicial e introdujo a Sedekerskis de inicio en lugar de Raieste, lo que terminó resultando un gran acierto. El alero lituano renovó las energías del equipo y se mostró muy sólido y firme en tareas de contención. Además, logró contribuir en ataque con puntos desde el perímetro y canastas importantes cuando Giedraitis no lograba encontrar el camino. Su aportación permitió compensar la ausencia de Vildoza por problemas estomacales. También estuvo intachable Jekiri en los dos lados de la cancha. Con Fall sin ritmo de competición y Diop con una herida en el ojo, el nigeriano se echó al equipo a la espalda y dominó en la pintura.

El equipo estuvo mucho más organizado, ahogó a su rival y Avramovic, aunque siguió anotando, no tuvo tantas facilidades como en el segundo cuarto. De hecho, el combinado local solo consiguió anotar once puntos en el tercer cuarto y ambos equipos llegaron a los últimos diez minutos con todo por decidir. La intensidad defensiva del Baskonia continuó en el tramo final, pero a causa de la mermada rotación por la baja de Vildoza y la escasa aportación de Diop y Fall el equipo llegó algo cansado. Además, el acierto de Roberson, letal desde el perímetro durante todo el encuentro, provocó que el Estudiantes se fuera hasta los 26 puntos en el último cuarto. Por fortuna, tampoco defendió bien y el Baskonia se llevó la victoria.