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En casa de ‘la bestia’

El Baskonia choca mañana contra el imponente físico de Michael Ojo, un pívot voluminoso que trata de hacer carrera en Europa tras ver cerradas estos últimos años las puertas de la NBA

En casa de ‘la bestia’

vitoria - El angelito en cuestión mide 216 centímetros, pesa 140 kilos y tiene músculos de acero que impresionan al más pintado. Cualquiera que choca contra él, corre el riesgo de salir despedido varios metros hacia atrás. Para muchos entendidos en la materia, es el físico más imponente de la Euroliga más exigente de la historia. Eso no es todo porque, además, calza un 57 de pie. De hecho, juega al baloncesto con unas zapatillas especiales diseñadas en su día por Nike, que debió invertir la friolera de 15.000 dólares en una máquina que le hiciera un calzado a su medida.

La bestia parda se llama Michael Ojo, el cinco tan singular de un Estrella Roja convertido en la próxima piedra de toque del Baskonia en el Stark Arena de Belgrado. Su compatriota Michael Eric, que a diferencia de él sí fue seleccionado por Nigeria para tomar parte en el pasado Mundial de China, Youssoupha Fall e Ilimane Diop chocarán mañana en el Stark Arena con el interior más voluminoso de la máxima competición continental.

A sus 26 años, este fornido poste nacionalizado estadounidense -es nacido en Lagos- posee un bagaje escaso en el mundo de la canasta, siempre ha visto cerradas las puertas de la NBA tras una discreta etapa universitaria en los Seminoles de Florida State y carece de grandes fundamentos técnicos en el poste bajo como para convertirse algún día en una estrella apetecible para los principales transatlánticos.

Sin embargo, su presencia siempre se deja sentir en los 13 minutos de media que actúa en la que está siendo su primera aparición en la Euroliga. Lo suyo es el sacrificado trabajo subterráneo que no se aprecia nunca en la estadística: bloqueos duros para permitir el lucimiento de sus compañeros, cambiar tiros y atemorizar al rival que ose anotar en las inmediaciones del aro. Tan solo de vez en cuando maltrata el aro sin piedad cuando recibe el balón en francas condiciones.

Ojo vive hoy en día su segunda temporada en el Estrella Roja, a donde llegó en el verano de 2018 procedente de otro equipo serbio como el FMP Zeleznik. Este último fue su primera parada en el Viejo Continente tras no encontrar acomodo en la mejor liga del mundo. Hizo entrenamientos privados con varias franquicias americanas antes de la lotería de jugadores del 2017, pero no convenció a ninguna y tuvo que orientar su carrera hacia el baloncesto europeo.

De orígenes humildes, Ojo comenzó a jugar a baloncesto a los 6 años gracias a un vecino de Lagos que le inculcó la pasión y le apartó del fútbol. Acudió a varios campamentos en el extranjero, sobre todo Bélgica, con el fin de mejorar su discreta técnica individual y pulir sus defectos, entre ellos un pésimo porcentaje de tiros libres que con los años ha mejorado. Nació con un pie mucho más ancho que el otro y el intensivo trabajo de pesas en el gimnasio le hizo desarrollar un físico impactante para poder ser el amo de la pintura.

Su época universitaria -es licenciado en Asuntos Internacionales- no fue un camino de rosas, ya que se perdió la temporada 2015-16 debido a la rotura del menisco de su rodilla izquierda en la pretemporada. Además, tuvo que lidiar con otro problema surrealista: no había zapatillas de la talla 22 que se ajustaran a su monstruoso pie. Leonard Hamilton, su técnico en Florida State, tuvo que mediar con Nike con el fin de que dispusiera de un modelo hecho a su medida. Para darse cuenta del tamaño de la articulación, cabe señalar que Yao Ming o Kevin Durant usan una 18 y Lebron James la 15.

Dadas sus limitaciones ofensivas, Ojo no es un primer espada en el Estrella Roja. Únicamente ha sido titular en uno de los once partidos de esta Euroliga, donde promedia 5,5 puntos y 3 rebotes en 13 minutos. La recuperación de Ognjen Kuzmic tras su grave accidente de tráfico le ha restado protagonismo y en las filas serbias también hay varios cuatros (Derrick Brown, James Gist y Mouhammad Faye) susceptibles de poder coincidir sobre la cancha.