Vitoria - No hay partido fácil en la Euroliga, mucho más cuando uno tiene que hacer las maletas y ejercer como forastero en cualquier lugar. Sin embargo, existen pistas en las que si uno aspira a inmiscuir su figura entre los ocho mejores del Viejo Continente tiene que tratar por todos los medios de rascar algo positivo.
Admitiendo que el Asvel Villeurbanne será un hueso duro de roer y que en su bullicioso recinto del Astroballe se mantiene invicto hasta la fecha tras haber doblegado a los griegos del Olympiacos (82-63) y Panathinaikos (79-78), el Baskonia acude esta noche a Lyon con serias obligaciones en su equipaje y básicamente obligado a sumar su segundo triunfo a domicilio en Europa.
Cualquier otro resultado sería una evidente decepción para un maratoniano azulgrana que ha recuperado el aliento en sus últimos encuentros y encara con renovados bríos una semana estresante en el plano físico y mental. Porque el Kirolbet se halla inmerso en el primer repecho realmente duro de un calendario infernal que le conducirá a disputar cinco partidos en el corto intervalo de diez días. Ya ha sorteado con éxito las dos primeras curvas ante el Olympiacos y el Tenerife con el fin de mejorar su estado clasificatorio en la Euroliga y la ACB, pero el camino hacia la estabilidad definitiva todavía promete ser tortuoso.
Mucho más con la progresiva acumulación de minutos de algunas piezas básicas del engranaje de Perasovic, que frente a los chicharreros acortó al máximo la rotación y se rodeó de una reducida guardia pretoriana para salir indemne de la emboscada en el Santiago Martín. El croata solo piensa a corto plazo, pero un esfuerzo titánico como el de hace 48 horas puede ser acusado más adelante por las piernas de Shengelia, Garino o Henry.
Ningún entrenador debe regalar los minutos a jugadores que no contraen méritos. Sin embargo, también debe ser consciente de que en una temporada con más de 70 partidos conviene intentar extraer el máximo jugo a una plantilla que tampoco va sobrada de efectivos en algunos puestos. En este sentido, la vuelta de Eric constituirá una bocanada de oxígeno para un juego interior en el que Fall acabó tocado frente a los hombres de Vidorreta por culpa de un fuerte golpe en su rodilla derecha. El gigante senegalés se vestirá hoy de corto, si bien puede que no lo haga al máximo de sus facultades físicas.
dos bajas locales El anfitrión ante el que el Baskonia intentará prolongar su racha victoriosa es, en teoría, uno de los rivales más flojos y asequibles de esta Euroliga. El Asvel, vigente campeón de Francia e imbatido actualmente en su país tras la disputa de siete jornadas, ha retornado tres lustros después a la máxima competición continental gracias a una decisión tomada en los despachos por Jordi Bertomeu.
Conocida desde tiempos inmemoriales es la pretensión del director ejecutivo de entrar en todos los mercados y Francia era una asignatura pendiente que acaba de satisfacer. Pese a que nunca ha sido un país con equipos competitivos desde que aquel pétreo Limoges de Maljkovic reventara todos los pronósticos en 1993, ha recibido su trozo del pastel.
De ahí la wild card concedida para esta temporada y la siguiente al club presidido por el mediático Tony Parker, que atesora actualmente las mismas victorias en la tabla que los alaveses. El notable rendimiento del Asvel al amparo de su público contrasta con las excesivas facilidades que ha dado en sus últimas salidas a Kaunas y Múnich, donde se mostró incapaz de competir.
En la plantilla gala no hay nombres rutilantes, aunque sí rostros conocidos para el público. Sobresalen dos jugadores con pasado ACB como Antoine Diot y Edwin Jackson, piezas capitales de un grupo sin excesiva munición y que tiene en el poste nigeriano Tonye Jekiri a su hombre más valorado en la Euroliga y al escolta David Lighty a uno de sus francotiradores más peligrosos. Ante el Baskonia, su técnico Zvezdan Mitrovic tendrá dos ausencias importantes: el base Theo Maledon y el poste Adreian Payne, ex del Panathinaikos que sufre una inflamación articular.
Pese a ser el clásico cuadro francés basado en el poderoso físico y el atleticismo de casi todos sus integrantes, la debilidad del Asvel se refleja en varios apartados estadísticos. No en vano, atesora escasa pólvora en ataque y adolece de interiores dominantes con capacidad para generarse sus propias canastas. Por algo es el tercer conjunto que menos puntos consigue de media y también el peor reboteador de la Euroliga hasta la fecha. Sin embargo, bien hará el Baskonia en no fiarse.